El conjunto de Abel Estévez perdió en el minuto 20 del encuentro a la máxima goleadora de la División de Honor por un problema en su rodilla que será evaluado en los próximos días, logró volver de nuevo al partido pero desperdició sus ocasiones para ponerse por delante y lo pagó con la derrota

CASTELLDEFELS-BALONMANO PORRIÑO        26-25

Castelldefels: Silvia Lladró, Ana Manaut (5), Judith Sans (1), Clara Poo (6), María Cadens (6), Marís Espinola (2), Sara Gil (3) –siete inicial-, Ana Sancho (1), Jael Alfaro (2), Hege Bolstad (p.s.), Roser Espert, Ona Muñoz, Carlota Teixido y Alba Royo. 
Balonmano Porriño: Iris, Maialen Mugica (3), Alicia Fernández (1), Isa Bastero (6), Sandra Costas (1), Lorena Pérez (3), Nekane Terés (4) –siete inicial-, Nina (p.s.), Xica, Cecilia Cacheda (2), Sarai Samartín y Carla Rivas (5).
Parciales: 4-2, 6-3, 9-4, 11-8, 14-9, 16-11 (descanso), 17-13, 17-17, 19-19, 21-20, 24-22 y 26-25 (final).
Árbitros: Alberto Baiano (Cataluña) y Juan Jesús Belloso (Navarra). Excluyeron a las locales Ana Manaut (3), descalificada en el minuto 56, Judith Sans, Clara Poo, Ana Sancho y tarjeta roja directa a Silvia Lladró (min. 27). Por el equipo visitante a Maialen Mugica (2), Cecilia, Isa Bastero, Lorena y Abel Estévez.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la décimo sexta jornada en la División de Honor femenina.

El Balonmano Porriño volvió a perder a domicilio como sucediera hace quince días en su desplazamiento a Valencia para enfrentarse al Canyamelar pero, en esta ocasión, lo más preocupante es la lesión de su jugadora más destacada en tareas ofensivas, la máxima goleadora de la División de Honor. Alicia Fernández vio cómo en una caída en el minuto 20 se le iba la rodilla y ya no pudo volver a disputar el encuentro. De hecho, en los próximos días se le realizarán diferentes pruebas aunque, a priori, las sensaciones en el conjunto porriñés no son excesivamente optimistas. La ausencia de Alicia dejó tocado a su equipo durante algunos minutos, circunstancia que aprovechó el Castelldefels para abrir hueco al intermedio (16-11). Pero las jugadoras de Abel Estévez mostraron su carácter en la segunda mitad, enganchándose de nuevo al encuentro en un abrir y cerrar de ojos aunque no fueron capaces de culminar la remontada y ponerse por delante a pesar de que dispusieron hasta de tres ocasiones para lograrlo.
El choque empezó, tal y como se esperaba, con mucho ritmo de juego. El Balonmano Porriño se encontraba cómodo en este panorama. Sin embargo, los errores en lanzamientos claros, perdonando incluso sus tres primeros lanzamientos de penalti, provocaron que ya desde el inicio el Castelldefels asumiese el mando en el marcador. Ése era el decorado del encuentro cuando se produjo la jugada clave, la lesión de Alicia Fernández. Las porriñesas empezaban a carburar y estaban ya sólo a tres goles (11-8) en el momento en el que se produjo la desgraciada acción. Y el normal desconcierto posterior provocó que al intermedio se llegase con las locales gozando de una interesante brecha a su favor (16-11).
El descanso sirvió para que el BM Porriño aclarase sus ideas y volviese a la pista con una intensidad defensiva aún mayor y controlando ahora el ritmo de juego. Por eso, en un abrir y cerrar de ojos, el partido estaba igualado (17-17, min.40) y así se mantuvo ya hasta el final. Las jugadoras de Abel Estévez no fueron capaces de culminar en ningún momento su remontada a pesar de que tuvieron tres veces el balón para ponerse por delante. Fallaron en todas ellas y el Castelldefels no desperdició la ocasión de volver a abrir una mínima brecha de dos goles, ya suficiente. En los últimos treinta segundos, las visitantes lograron ponerse a un solo gol (26-25) pero no fueron capaces de robar la pelota que les concediese la oportunidad de rescatar al menos un empate.