El supuesto autor obligó a la víctima a mantener relaciones amenazándola con un arma blanca y con hacer daño a su familia
El Juzgado de Instrucción de Guardia de O Porriño ha ordenado el ingreso provisional en prisión de un varón de 41 años, vecino de uno de los municipios de la comarca de Vigo, tras ser detenido por la Guardia Civil como presunto autor de un delito de agresión sexual y amenazas a una menor.
La denuncia de la madre de la menor y la colaboración de los amigos y personas de su entorno posibilitaron la investigación que ha culminado con el arresto del varón, con antecedentes por otras causas. El hombre aprovechó la relación de la menor con otra niña de su familia para llegar hasta ella y, tras salir de las instalaciones educativas en las que cursa sus estudios, las acompañaba hasta sus respectivos domicilios.
En poco más de una semana, el hombre forjó una relación con la menor, a la que, presuntamente forzó, amenazándola con un arma blanca y con hacer daño a su familia si no se doblegaba a sus deseos. La intervención de la madre, alertada por algunos vecinos, destapó la supuesta relación, que el negaba asegurando que solo era una amistad, y posibilitó el poder ayudar a la menor para que superara el miedo que él le había infligido durante las tres semanas anteriores al arresto, tiempo que coincide con el periodo en el que se conocieron.
La investigación llevada a cabo por el EMUME -Equipo Mujer Menor- de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de la Comandancia de Pontevedra, determinan que, presuntamente, hubo relaciones sexuales forzadas y que, a los posibles daños y secuelas emocionales de la menor, hay que sumarle también las físicas ya que la víctima sufrió varios golpes en un brazo y en la cara.
Las amenazas y agresión con arma blanca se repitieron con otro joven, amiga de la víctima, al que el detenido quiso intimidar para que le dijera cómo localizar a la menor una vez que su madre, habiendo conocido y denunciado los hechos ante la Guardia Civil, consiguió aislarla bloqueando su móvil y teniendo que llegar a cambiar de domicilio durante unos días para preservar su seguridad.
La denuncia de la familia facilitó la puesta en marcha de la investigación que evitó que se mantuviera o prosperara esta situación de consecuencias impredecibles para la menor, tan manipulada por el arrestado, que llegó a ver en él a un amigo.
La Guardia Civil insiste en la necesidad de denunciar ante cualquier sospecha o indicio de violencia ya que son los familiares amigos y conocidos, en la mayoría de los casos, los primeros en darse cuenta de las amenazas que esté soportando o sufriendo una mujer, sea menor o mayor de edad.