Suena el despertador. Una empresa de comunicación espera mi llegada para la realización de una entrevista. Una vez allí, me comunican que debo realizar varias pruebas. Cuando me dispongo a realizar la última de ellas, la sorpresa me invade. Leo “Haz una exposición acerca de los avances de la robótica en el XXI”. Sí, desde luego ha sido algo inesperado. Totalmente. ¿A qué estudiante de Marketing y Comunicación no le sorprendería esta pregunta?
Al principio siento cierta reticencia a dicho tema. Sin embargo, me pongo las pilas y empiezo a escribir. Aunque no estemos especializados, todos sabemos algo de esta rama tecnológica. Todos conocemos lo que ha supuesto la robótica y la automatización en la sociedad y, en especial, en el mundo laboral. Las máquinas han conseguido desbancar a muchas personas de sus puestos de trabajo y, desafortunadamente, somos testigos de ello a diario.
Viajar tranquilamente con la familia o con los amigos, llegar al peaje y que sólo haya un par de máquinas para cobrarnos;o bien, ir al supermercado a hacer la compra de la semana y que cada vez sea mayor el número de cajas para autogestionar nuestra compra sin necesidad de que ningún ser humano lo haga. Sí, lo sé, es natural y sorprendente que la tecnología haya avanzado tan rápidamente en los últimos cincuenta años. Es increíble observar cómo las máquinas han facilitado la vida de los seres humanos pero, ¿hasta qué punto?
A día de hoy, el país no vive su mejor momento económico y millones de personas se encuentran parados. Sin trabajo, sin sueldo, sin poder mantener a sus familias. Es el momento de fomentar el empleo y de crear nuestos puestos laborales. No obstante, las máquinas están ahí, sustituyendo a los que no tienen trabajo. Sustituyendo a las personas. No me he quedado obsoleta. Estoy a favor del progreso y de los avances en todos los sectores. De hecho, es maravilloso que el ser humano haya sido capaz de crear y desarrollar toda la tecnología que poseemos y que tanto nos ha facilitado la existencia. Sin embargo, considero que es necesario hacer una parada en el camino. El término medio existe. La tecnología debe ser complementaria al ser humano, en ningún momento sustitutiva. Los seres humanos pensamos y sentimos, somos la esencia de la vida. Por favor, que las máquinas nos faciliten la vida sí, que nos reemplacen no.
La tecnología forma parte de nuestras vidas. Es estupendo. Aún sí, no debemos olvidar que somos los protagonistas de la historia. La robótica sólo ha sido la protagonista de mis pensamientos, la de mi prueba para una entrevista de trabajo.
Firmado: María García Rodríguez, Graduada en Publicidad y Relaciones Públicas y especializada en Marketing Internacional y Comunicación.