Se trata de un ciudadano portugués de 37 años de Vilanova de Cerveira vinculado a la compra-venta de vehículos reconocido por la familia a través de un retrato elaborado a partir de una reconstrucción artesanal con los parámetros de la técnica de identificación facial
Aunque las muestras de ADN, tanto de la víctima como de su madre, están pendientes de confirmar al 100% por el Laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil, en Madrid; todo apunta a que el cuerpo en avanzado estado de descomposición, hallado el 21 de febrero del 2021 en un pozo en O Cerquido, se trata de un ciudadano portugués de Vilanova de Cerveira de 37 años, residente en O Porriño y vinculado a la compra-venta de vehículos.
Varios criterios confirman la identificación, fruto del trabajo llevado a cabo por:
– Instituto de Ciencias Forenses Luis Concheiro, de la Universidad de Santiago de Compostela, concluyendo que el cuerpo pertenecía a un varón blanco europeo, de pelo oscuro, ojos color miel, complexión fuerte de 1,75 m de estatura, de entre 30-40 años de edad.
– Unidad Antropología Forense del Imelga, que elaboró la aproximación facial a partir de los parámetros óseos de la estructura de la cara.
– La artista forense, Alba Sanín, que a través de una técnica totalmente artesanal y posteriormente digitalizada, reconstruyó el retrato robot que fue identificado por la madre de la víctima.
La investigación, cuyo caso lleva el Juzgado de Instrucción nº 3 de O Porriño, a la espera de la confirmación de identidad a través de las pruebas de ADN, cuenta con la confirmación de tres indicios importantes:
– La aparición de unas monedas de acuñamiento portugués –junto a una llave de puerta convencional y otra de un vehículo Renault, posiblemente modelo Kangoo que aún no ha sido localizado-, hicieron pensar desde un principio que podría tratarse de un ciudadano luso.
– Una persona próxima a la víctima denunció su desaparición, coincidiendo en tiempo con la estimación del que estuvo sumergido el cuerpo en el pozo, que por su estado de conservación sitúan la fecha próxima al inicio del confinamiento.
– Familiares de la víctima, además de identificar su retrato, han confirmado también junto al historial médico una antigua fractura en un hueso de una mano, que coinciden con el esqueleto del cuerpo del pozo.
Una vez identificado el cuerpo la Guardia Civil investiga el entorno cercano y social de la víctima, para determinar la autoría de este homicidio cuya muerte se produjo a golpes y posteriormente fue arrojado al pozo de una nave poco transitada de O Cerquido, en O Porriño.