La víctima, es descubierta sobre las 19:40 h del 30 de enero, por una amiga de la víctima que al no poder contactar con él por teléfono, acudió a su domicilio observando por una ventana al fallecido en el suelo del salón
La víctima apareció estirada, tumbado y atado de pies y manos con cinta adhesiva de embalar, con la boca tapada con la misma cinta y la cabeza tapada con una cazadora
El suceso se daba lugar el pasado 30 de enero sobre las 19:40 h, cuando la Sala Operativa del 091 de la Comisaría de Policía Nacional de Vigo-Redondela recibe la llamada de una mujer indicando que está viendo a su pareja -Roberto Chapela Peni, de 51 años- a través de la ventana de casa, tumbado en el suelo del salón. Añadía que tras no poder contactar con él en dos días, se acercó al domicilio de él en la Calle San Telmo, de Chapela.
Cuando llega una dotación uniformada al domicilio indicado, se encuentran a la mujer, comprobando que efectivamente se puede apreciar desde el exterior a la víctima en el suelo, por lo que derriban la puerta hallando a Roberto estirado, atado de manos y pies con cinta adhesiva de embalar, con la boca tapada con la misma cinta y la cabeza cubierta con una cazadora.
Hasta el lugar acudieron de inmediato más unidades para proteger el escenario, con la presencia de Policía Científica y Policía Judicial, comunicando al Juzgado de Guardia de Redondela el hallazgo de un cadáver que corresponde a un varón de mediana edad, para que se inicie la inspección técnico policial del lugar donde se encuentra la víctima, con el posterior levantamiento del cadáver, ordenada por la Autoridad Judicial.
La investigación
La investigación comienza con una inspección del lugar donde se encuentra el cadáver por parte de Policía Científica, así como de todas sus pertenencias procesadas con todas la evidencias encontradas, en cada uno de los rincones de la casa, consiguiendo reunir una serie de vestigios importantes para la investigación posterior.
A su vez el grupo de homicidios toma las primeras notas de lo sucedido y procede a identificar in situ a posibles testigos, en estos primeros indicios y declaraciones de personas cercanas a la víctima, se conoce que este se dedicaba al pequeño trapicheo de sustancia estupefaciente, en concreto cocaína.
La escena del crimen indicaba que el hecho se habría producido sin apenas enfrentamiento físico entre víctima y agresor, solo había dos sillas tiradas aparte de la silla de la víctima, valorándose además que dicho autor podría ser cercano al fallecido al haberle permitido entrar en la vivienda y sentarse a la mesa mientras él se encontraba cenando, además Roberto tenía un perro de los considerados raza peligrosa que se encontró cerrado en la habitación del fallecido, por lo que se debía de tratar de una persona conocida y habitual para el animal.
La investigación ya comienza esa misma noche, con la declaración de los primeros testigos en Comisaría, comienzan así las gestiones para localizar a los posibles compradores habituales y conocidos que podrían haber tenido comunicación con la víctima, centrándose en todos los que habían tenido contacto durante esa semana del hallazgo del cadáver.
Al día siguiente, el 31 de enero, agentes de la Comisaría General de Policía Científica, desplazados desde Madrid con carácter de urgencia, realizaron una segunda Inspección Técnico Policial, completando así el informel realizado por agentes de la Brigada de Policía Científica de la Comisaría de Vigo-Redondela.
Por distintas entrevistas con vecinos y conocidos, se pudo estimar que el último día en el cual Roberto había sido visto con vida era el miércoles 27 de enero.
Establecida la línea temporal a través de gran cantidad de declaraciones de testigos, en estas entrevistas aparece una dificultad añadida, pues al ser compradores y consumidores temen hacer declaraciones que les inculpe por tráfico de drogas, logrando finalmente que estos aportasen datos.
Consiguen así ir centrando la investigación, descartando sospechosos y centrándose cada vez en un número más reducido de sospechosos, entre los que se encontraba la persona ahora detenida.
Hay que destacar que la víctima salía muy poco de su domicilio y las ventas de estupefacientes, eran casi exclusivamente con personas del barrio y conocidas de él desde hacía tiempo; su vida se centraba en el interior de su casa, saliéndose de la rutina cuando sacaba a su perro con paseos metódicos.
El móvil del crimen fue considerado desde el principio el de un posible “PALEO”, que es el robo de la sustancia estupefaciente y dinero de un traficante de drogas. La vivienda apareció sin revolver, esto indicaba que posiblemente la muerte de Roberto se precipitó posiblemente por la tensión entre ambos y las prisas del agresor en dejar el lugar.
Recordemos que los compradores acudían a la vivienda por las noches y con asiduidad, pudiendo aparecer alguien mientras estaba el homicida en la vivienda, tuvo que huir apresuradamente, ya que se dejó el dinero que tenía la víctima en la casa y que, por otro lado no estaba muy oculto.
Además tendría que tratarse de una persona cercana, como resultó ser, pues la mayoría de clientes conocía donde Roberto guardaba las papelinas, una caja de caudales pequeña en su habitación que se encontró abierta y vacía.
Centrados ya en el posible sospechoso, los investigadores vuelven a hablar con alguno de los testigos anteriores, incidiendo más sobre los movimientos del posible homicida, con seguimientos y vigilancia de su domicilio.
Una vez reunidos datos y pruebas, los investigadores solicitan al Juzgado la autorización para el registro de la vivienda, procediendo a la detención de un varón de 42 años de edad, de nacionalidad española y con domicilio en Chapela (Redondela), imputándole un delito de homicidio.
El detenido, al que le constan diferentes antecedentes y uno de ellos por tráfico de drogas, junto todo lo actuado pasaron ayer a disposición del Juzgado nº 2 de Instrucción de Redondela.