Redacción 03/09/2013

 La propuesta aprobada en pleno se centra en la reposición del pavimento una vez finalizada una obra en suelo no urbano, además de añadir un nuevo epígrafe referente a los tiempos de ejecución de los trabajos.

 El objetivo de esta normativa es programar anualmente las obras que se vayan a realizar en una misma calle o zona para hacerlas coincidir en el tiempo, evitando así molestias e incomodidades a los vecinos y un doble gasto en el acondicionamiento una vez terminados los trabajos.

 El pleno del Concello de Porriño aprobó, en la última sesión ordinaria celebrada el pasado lunes 26 de agosto, la modificación de la Ordenanza Reguladora de la ejecución de obras y ocupación necesarias para la implantación de servicios de dominio público municipal. La normativa fue aprobada ya por este mismo gobierno el pasado año, “una iniciativa que está siendo muy funcional a la hora de programar las diferentes obras que se realizan en el municipio, con el objetivo primordial de hacer coincidir la ejecución de los trabajos que se vayan a ejecutar en el período de un año en una misma zona, evitando así incomodidades y molestias a los vecinos y un doble gasto a la hora de reponer y acondicionar la zona una vez terminadas las obras”, señala el alcalde Nelson Santos.

 El concejal de Urbanismo, Marcelino Coto, fue quien expuso el punto en el pleno, explicando, por una parte, la modificación de uno de los artículos y, por otra, la inclusión de un nuevo epígrafe. En el primero de los casos se hace referencia a la reposición del pavimento de los viales una vez se realicen zanjas para cualquier tipo de canalización (gas, telefonía…).

“Hasta ahora se exigía el asfaltado completo cuando el vial era inferior a 6 metros de ancho y la del carril afectado para aquellos superiores a esta medida”, señalaba Coto.

“Al ver que muchas compañías rehusaban realizar alguna obra en parroquias porque no les compensaba económicamente el dar servicio a unos pocos vecinos frente a las exigencias de la nueva ordenanza, hemos estudiado la posibilidad de una modificación en este aspecto para lo cual distinguimos calzadas en suelo urbano, para las cuales se mantiene todo lo recogido en la ordenanza, y en el resto, que es donde se está presentando el problema, para lo cual se propone abrir la zanja con un corte de sierra mecánica y se haría la reposición del asfaltado a un metro de cada lado, así como también en las cabeceras de la zanja”.

 Por otra parte, se aprobó también el incluir un nuevo epígrafe referente a los tiempos de ejecución de la obra. En este sentido, se establece que tanto el inicio como la terminación no puede ser superior a tres meses, “un período que podrá ser prorrogable si se presenta previa solicitud con la correspondiente justificación”, subraya el concejal.

 Desde el Gobierno local aseguran estar en contacto directo con las diferentes operadoras requiriéndoles que presenten los proyectos previstos a ejecutar en el ejercicio siguiente, “de manera que desde el Concello podamos hacer una programación previa, organizando adecuadamente las obras por calles y zonas, evitando así que un vial esté continuamente en obras, finalizando unos trabajos y comenzando otros, y estas se realicen paralelamente o en el menor período de tiempo posible entre unas y otras”. En este sentido, señala el alcalde, “si desde la Administración local también tenemos algún proyecto a ejecutar en esa misma área en la que están previstas otras obras de titularidad privada, las haremos igualmente coincidir en el tiempo”.

 La seguridad de que la zona en la cual se realiza la obra quede correctamente acondicionada está supeditada a la existencia de un aval. “El operador debe comunicar el inicio y fin de la obra para que los técnicos municipales se desplacen al lugar y comprueben in situ el estado anterior y posterior a los trabajos, certificando que todo ha quedado correctamente realizado, de lo contrario se ejecutaría el aval depositado”, subraya Coto.

 En dicha Ordenanza se establecen también, entre otras cuestiones, las condiciones de señalización y seguridad, rigiéndose por la normativa del Ministerio de Fomento; se indican diferentes tablas para fijar las distancias y profundidades en las que tiene que ir cada servicio (saneamiento, abastecimiento, telefonía, electricidad…); y se dan instrucciones sobre el acabado de las arquetas, que tendrá que llevar siempre el nombre de la empresa.

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