“Child grooming” o acoso sexual de menores, una modalidad delictiva cometida a través de las redes sociales y juegos on line. El uso de las nuevas tecnologías, se ha visto incrementado en tiempos de pandemia, y puede llevar si no se hace un uso adecuado, a exponer a los adultos y sobre todo a menores a ser objetivo de delitos cometidos a través de redes
La Unidad de Familia y Atención a la Mujer (UFAM) de la Comisaría de Policía Nacional de Vigo-Redondela pone en marcha una iniciativa para concienciar e informar de medidas preventivas para evitar el uso indebido de las nuevas tecnologías por parte de los jóvenes, y menores, que pueden llegar a ser muy vulnerables en el uso de internet y las redes sociales.
El creciente uso de las nuevas tecnologías e instrumentos como teléfonos móviles, tablets o cualquier dispositivo móvil utilizado para acceder a redes sociales, puede conllevar, si no se hace un uso adecuado, a exponer a adultos y sobre todo a menores, a importantes riesgos, como por ejemplo la modalidad “child grooming”, o acoso sexual de menores por internet.
La modalidad “child grooming” consiste en una serie de conductas realizadas por un mayor de edad, aunque a veces, el autor pueda ser también otro menor de edad, quien empleando internet, concretamente las redes sociales o bien juegos en red, atraen la atención de los menores, con objeto de establecer un vínculo de amistad o una conexión emocional con ellos tan fuerte y afianzada que pueden llegar a conseguir del menor tanto imágenes de pornografía infantil, para uso propio o bien para proceder a su distribución y venta o bien, en casos muy excepcionales llegar a abusar sexualmente del menor.
Las claves de estas prácticas delictivas son:
- Siempre hay voluntariedad hacia el engaño del autor (normalmente mayor) hacia un menor víctima.
- La intención o finalidad del autor es obtener una relación y control emocional con la víctima, para con ello, conseguir satisfacción sexual.
- Este tipo de acoso se suele dar mayoritariamente con las víctimas de sexo femenino.
- Siempre se utilizan dispositivos tecnológicos para llevar a cabo dicha práctica, que facilitan el contacto con los menores, ya que no perciben los riesgos en su uso.
- El autor suele tomarse su tiempo, y nunca parece tener prisa, para así afianzar la confianza con la víctima.
- Finalmente la relación entre acosador y víctima termina en chantaje, cuando el acosador consigue a través del acercamiento y el engaño, “algo” con lo que obligar a la víctima a hacer aquello que le solicite. Lo más habitual es que ese “algo” sea alguna imagen íntima o comprometida de la víctima y el chantaje consista en amenazar a ésta con hacerla pública en el caso de que no haga lo que le pide.
Destacar, que esta modalidad delictiva, puede no llegar a ser visible, como lo pueden ser otros delitos, pero puede ser más dañino para unas víctimas tan jóvenes que, pueden ver marcadas sus vidas desde edades muy tempranas.
En definitiva, los consejos que los expertos de la Unidad de Familia y Atención a la Mujer (UFAM) quieren hacer llegar son:
- Explicar abiertamente, a los menores, en qué consiste esta práctica, utilizando incluso algún ejemplo.
- Hacerles ver la importancia de no creerse que lo saben todo en cuanto al manejo de las nuevas tecnologías, ya que debido a su edad, pueden ser más vulnerables antes las malas intenciones de desconocidos.
- Incidir en que sean conscientes de que no deben proporcionar nunca a nadie, a través de internet imágenes o información íntima, por mucha confianza que tengan con la otra persona que se las solicita.
- Importante que no pasen tiempo aislados en una habitación utilizando el ordenador o el teléfono móvil. Es recomendable que el ordenador esté ubicado en un lugar de la casa donde tenga fácil acceso el resto de la familia y que los padres puedan ver el uso que pueda estar haciendo del mismo.
- Se recomienda que la web cam del ordenador que utilice el menor o adolescente esté tapada con una pegatina, o que directamente no tenga dicha cámara, para proteger de este modo su intimidad
- Intentar crear un clima de confianza con los menores, una relación cercana, comunicación fluida, para que estos tengan o sientan la libertad de acudir a sus padres ante cualquier problema que les pueda surgir o en el que se vean inmersos.
- En el caso de que el menor comunique verse inmerso en algún delito de esta índole, es importante no borrar o eliminar las conversaciones, mensajes, imágenes o vídeos, e incluso hacer capturas de pantalla, para que sirva como elementos probatorios de los hechos ocurridos, independientemente que el acoso haya remitido o no.
Y ante cualquier duda, recuerden, no duden en contactar con la Policía Nacional, bien personalmente o a través del teléfono 091.