Redacción 25/02/2021

Una conductora que circulaba con su vehículo vio a dos encapuchados que salían de una furgoneta y que se dirigían hacia un varón que caminaba por la calle. Una tercera persona con la cara tapada apareció en escena y ayudó a los dos primeros a maniatar e introducir en el maletero de un coche a la presunta víctima

 

 

Agentes de la Policía Nacional, Policía Local y Guardia Civil, activaron este pasado domingo una compleja búsqueda por un posible secuestro. Generando un amplio dispositivo que terminó interceptando a un vehículo y sancionando a los ocupantes, ya que al hacer la broma salieron de su ayuntamiento cuando lo tenían prohibido.

 

El pasado domingo día 21, una mujer llamaba al 091 para informar que acababa de ver como dos encapuchados ataban a un chico y lo metían en el maletero de un vehículo.

 

Según declaraciones de la testigo, instantes antes y mientras circulaba con su vehículo por Zamanes, vio a dos varones encapuchados que salían del interior de una furgoneta de color blanco estacionada en el arcén derecho de la calzada y que se dirigían hacia un chico que estaba de pie en la calle.

 

Segundos más tarde, una tercera persona que tapaba su cara con una braga salía de un automóvil estacionado a pocos metros del anterior y tras abrir el maletero de su vehículo, se dirigía apresuradamente hacia los otros dos varones.

 

En ese momento los tres se abalanzaban sobre este joven y lo inmovilizaban, para maniatarlo e intentar introducirlo a la fuerza en el maletero del automóvil.

 

La testigo dio la vuelta y se volvió hacia estos dos vehículos en el instante en que intentaban iniciar la huida, por lo que se incorporaron a la carretera detrás de su automóvil.

 

Sin apenas dejarle tiempo para reaccionar a esta mujer, el primer vehículo se acercó peligrosamente a la parte trasera de su coche al tiempo que hacía sonar el claxon para que se echase a un lado de la vía.

 

La testigo mantuvo la calma como pudo y tras coger su teléfono móvil llamaba al 091 para explicar lo que sucedía, mientras el primer vehículo la adelantaba y ella facilitaba la matrícula al agente que la escuchaba al otro lado de la línea telefónica.

 

Pocos metros después llegaban a un cruce en el que ambos vehículos tomaron direcciones opuestas, dirigiéndose el turismo hacia Vincios y la furgoneta hacia Vigo.

 

Todo el operativo policial se puso en marcha, dirigiéndose una de las dotaciones hacia donde se encontraba la víctima, al tiempo que las demás buscaban los posibles puntos de huida de los “presuntos secuestradores”.

 

Además se daba aviso a Policía Local y a la Guardia Civil para coordinar la búsqueda, tanto en el área de Vigo, como en los ayuntamientos limítrofes.

 

La matrícula de uno de los vehículos permitió identificar a la empresa propietaria del mismo, así como al gerente, descubriéndose que habitualmente era utilizada por un empleado.

 

Al intentar contactar con este empleado y ver que este no respondía al móvil, los agentes se pusieron en contacto con un familiar para indagar sobre que podría haberle sucedido.

 

Mientras las patrullas de Policía Nacional, Policía Local y Guardia Civil continuaban entrevistándose con vecinos de la zona, así como posibles testigos, una dotación policial camuflada de la Policía Nacional localizaba al conductor de la furgoneta y a una segunda persona en la zona de Valladares.

 

Al interrogarlo sobre lo sucedido, este manifestó que todo lo que había sucedido era fruto de una broma de cumpleaños que le habían gastado a un amigo.

 

Para aclarar los hechos se contactó con todos los implicados y se les indicó que se presentasen en la parroquia de Valladares para corroborar lo sucedido, llegando todos ellos a los pocos minutos.

 

Tras identificarlos, comprobaron que efectivamente se trataba de una broma y que varios de los implicados habían incurrido en una infracción administrativa, ya que se habían saltado el cierre perimetral de su ayuntamiento, por lo cual fueron propuestos para sanción.

 

Todos estos hechos causan graves perjuicios en la labor policial ya que los agentes que tienen que realizar la investigación de los hechos denunciados, han de retraerse de las investigaciones de los hechos reales. Es un abuso a las administraciones el hacer un uso innecesario de sus limitados recursos.

 

En el caso de las simulaciones de delitos, esta es una infracción tipificada en el Código Penal, lo cual motiva que las personas que incurren en este delito tengan que responder penalmente por ello, dándose cuenta siempre a la Autoridad Judicial. Además en el caso de ser procesado judicialmente por estas malas prácticas, queda constancia de antecedentes policiales.

 

El Código Penal dice:

 

“ha sido informado de la obligación legal que tiene de decir la verdad” (art. 483 L.E. Cr.) “y de la posible responsabilidad penal en que puede incurrir en caso de acusar o imputar falsamente a una persona una infracción penal” (art. 456 C.P.) “simular ser responsable o víctima de una infracción penal” (art. 456 C.P) “denunciar una infracción penal falsa o inexistente” (art. 457 C.P.) “o faltar a la verdad en su testimonio” (art. 458 C.P.)

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