Las plazas se ubicarán en Vigo y en los ayuntamientos limítrofes con una inversión de 550.000 €
La Xunta destina este año casi 300 millones de euros a la atención y a la dependencia suponiendo 20 millones de € más respecto al 2014
La provincia de Pontevedra dispondrá de 25 nuevas plazas residenciales concertadas para personas mayores con dependencia para el segundo semestre de este año y del 2016, para lo cual la Consellería de Trabajo y Bienestar aportará un total de 550.000 euros
En concreto, según aprobó el Consello de la Xunta el pasado jueves, las plazas se repartirán entre Vigo y ayuntamientos limítrofes y se añadirán a las más de 2.400 plazas públicas para mayores, que la Consellería oferta en la provincia de Pontevedra, un 25% más que en 2009.
El contrato de estas plazas será prorrogable, por mutuo acuerdo de las partes, hasta un máximo de 5 años y 3 meses.
La creación de plazas residenciales para personas en situación de dependencia contribuye en la implantación de un sistema de atención social especializada, que tiene en cuenta las necesidades y los deseos de las personas con necesidades de atención sociosanitaria, así como de sus familias.
Incrementa los recursos especializados en la atención de las personas mayores en situación de dependencia, evitando que esta situación constituya un factor más de aislamiento o exclusión social, tanto de la persona dependiente, como la de su familia.
Para el departamento autonómico es fundamental seguir apostando por la dependencia, tal y como reflejan los presupuestos de 2015. La Junta destina este año casi 300 millones de euros a la atención a la dependencia en Galicia, lo que suponen un incremento de 20 millones de euros con respecto a 2014. Se trata, un año más, de la partida que concentra el mayor esfuerzo presupuestario de la Consellería de Trabajo.
Asimismo, el departamento autonómico incide de manera notable en la promoción de la autonomía de personas que, pese a residir en centros asistenciais, deben tener la oportunidad de envejecer de forma activa, retrasando todo lo que sea posible el deterioro físico y cognitivo propios de la edad, evitando de este modo, la llegada o el agravamento de las situaciones de dependencia.