Algunos de los infractores además carecían del seguro obligatorio, circulaban con el permiso retirado judicialmente, superaron las tasas máximas de alcoholemia o dieron positivo en drogas
Durante los últimos seis meses, la Guardia Civil de Tráfico de Pontevedra ha sorprendido a 36 conductores con el permiso de conducir retirado por sentencia judicial.
Estos controles se desarrollaron dentro del marco del plan especial de vigilancia a los conductores peligrosos o reincidentes, en especial sobre los que constaba la retirada del carné y los que acumulaban ya varias sanciones graves al volante, como alcoholemias o conducciones temerarias.
El Destacamento de Tráfico de la Guardia Civil de la Comandancia de Pontevedra se centró en un total de 250 personas que tenían retirado el permiso de conducir por sentencia penal, resultando la imputación de 36 conductores por delitos contra la seguridad vial, sorprendidos e interceptados cuando conducían sin el permiso de conducción por tenerlo retirado judicialmente. Por este tipo de conductas, podrían ser castigados con penas de cárcel de tres a seis meses o multas que van de los 12 a los 24 meses de trabajos sociales en beneficio de la comunidad, así como el decomiso del vehículo para los casos más graves; todo recogido en el Art. 384 del Código Penal.
De las 36 personas interceptadas conduciendo con el permiso retirado judicialmente, 6 de los conductores circulaban superando las tasas máximas de alcoholemia establecidas -tres de ellos por la vía administrativa y los otros tres por la vía penal al rebasar la tasa de 0,60 mg/l en aire; otro arrojó resultado positivo en el detector de drogas, sobre uno de los conductores pesaba una orden judicial de ingreso en prisión y seis más carecían de seguro obligatorio.