Aunque llegó a contar con una ventaja de ocho goles al final de la primera parte el conjunto de Abel Estévez acabó viendo cómo el Castelldefels empataba con el tiempo ya cumplido por medio de un penalti lanzado por Sara Gil (27-27)
Balonmano Porriño: Susi Sánchez, Bárbara Cerqueira (4), Xica (2), Andrea Dapena (3), Soraia Lopes (4), Sarai Samartín (3), Carla Rivas (4) –siete inicial-, Iris Sanjuán (p.s.), Marta Seijo, Gemma Martínez, Anabel Mateo (5), Nuria Martínez, Cecilia Cacheda (2), Alba Dapena, Nekane Terés y Sandra López.
Castelldefels: Silvia Lladró, Ana Manaut (8), Ana Sancho (2), Ona Muñoz (4), Sara Gil (7), Paula Tercero (1) –siete inicial-, Andrea García, María Cadens, Patricia Espínola, Emma Boada (3), Roser Esper, Ana Paula Corrales (2), Carlota Teixido y Eva Torremorell.
Parciales: 2-3, 5-4, 7-6, 11-6, 14-6, 16-10 (descanso), 19-12, 20-15, 21-18, 23-22, 25-23 y 27-27 (final)
El Balonmano Porriño no olvidará fácilmente el séptimo encuentro de esta jornada ante el Castelldefels, un partido que las jugadoras de Abel Estévez ya daban por ganado sin contar con una sorpresa ya fuera de tiempo; y es que las locales tenían el encuentro perfectamente encarrilado en el descanso, lo que hizo que se relajasen demasiado. El Catelldefels aprovechó este regalo y se vino arriba en la segunda mitad, aprovechando la baja intensidad defensiva del BM Porriño, que sumado al penalti a su favor en el último suspiro, consiguió empatar el choque.
Nunca es como empieza, si no como acaba, así podríamos definir en una frase el partido disputado ayer en el polideportivo municipal. El BM Porriño tardó quince minutos en hacerse con el mando del encuentro (7-6, min.15) pero a partir de ahí su buena intensidad defensiva le permitió correr con asiduidad y marcar con facilidad en transición para abrir una brecha ya más que considerable (16-6, min. 25). De hecho, al descanso parecía que el trabajo ya estaba hecho (16-10).
Al regreso de los vestuarios, las jugadoras de Abel Estévez mantenían aún la tensión y una buena actitud (19-12, min.35). Pero poco a poco esa intensidad fue desapareciendo y el Castelldefels se acercaba inexorablemente en el marcador (21-18, min.45). Los nervios empezaron a atenazar a las jugadoras porriñesas y el choque se equilibró hasta llegar a un último minuto en el que el BM Porriño parecía lograr un triunfo más sufrido de lo que se podía esperar tras lo visto en la primera parte (25-23, min. 55). Un tanto de penalti de Anabel Mateo ponía uno arriba a las locales con sólo veinte segundos para la conclusión; pero el Castelldefels, aún en inferioridad numérica, logró forzar otro lanzamiento de siete metros que Sara Gil no desperdició para sellar, con el tiempo ya cumplido, el 27-27 final.