Redacción 04/05/2014

El buen hacer de la portera del Rocasa permitió a las isleñas romper el encuentro a partir del minuto diez y comenzó a disfrutar de una plácida segunda parte, ante un conjunto porriñés que optó entonces por reservar a sus jugadoras tocadas a falta de un triunfo que certificaría matemáticamente su quinta plaza

ROCASA ACE GRAN CANARIA – BALONMANO PORRIÑO                   29-20

Rocasa Ace Gran Canaria: Silvia Navarro, María Luján (2), Melania Falcón (4), Almudena Rodríguez (2), Arabia Peña (4), Alba Albaladejo (3), Haridian Rodríguez (1) –siete inicial-, Adriana González (p.s.), Patricia Guedes, Bintou Diallo (2), Davinia López, Iddara Trojaola (5), Carmen Toscano y María González (6).

Balonmano Porriño: Iris Sanjuan, Maialen Mugika (2), Xica (5), Isa Bastero, Sandra Costas (1), Lorena Pérez (4), Cecilia Cacheda (1) –siete inicial-, Nina González (p.s.), Sarai Samartín (5), Carla Rivas (2), Mónica Mata y Cora Represas.

Parciales: 4-3, 6-5, 10-6, 13-6, 17-8, 18-8 (descanso), 21-10, 22-12, 25-13, 28-16, 28-18 y 29-20 (final)

Árbitros: José Gude y Javier Gude (País Vasco). Excluyeron a las locales Melania, Alba y Haridian y a las visitantes Maialen (2), Xica y Sandra.

El Balonmano Porriño se despidió muy pronto de cualquier posibilidad de añadir una nueva victoria ya que, a pesar de que en el minuto 8 dominaban en el marcador (4-5), el Rocasa Ace Gran Canaria no estaba por la labor; ya que desde que en la primera vuelta perdió en el Municipal porriñés, no ha vuelto a conocer la derrota y no ha dejado escapar ni un solo punto de su pista. 

Las isleñas, apoyadas por una inoportuna exclusión y por la gran actuación de su guardameta Silvia Navarro, abrieron un hueco más que interesante entre el minuto diez y el veinte (13-6). Las paradas de Navarro permitieron a sus compañeras correr y marcar con facilidad, con lo que al intermedio el partido estaba prácticamente visto para sentencia (18-8, min.30).

Además, las jugadoras del BM Porriño no tenían su mejor día y no encontraban la forma de meterle mano a un Rocasa muy sólido; por ello, Abel Estévez comenzó a pensar en el futuro y en los dos próximos compromisos que tiene su equipo, en los que necesita al menos un triunfo para certificar matemáticamente la quinta posición al término de la temporada, sin tener que estar pendiente de lo que pueda hacer el Elche Mustang. De ahí que en el minuto 15 la portera Iris Sanjuán, con su tobillo todavía maltrecho y recuperándose a marchas forzadas, dejase su sitio a Nina, una sabia decisión del técnico dentro de un razonamiento preventivo que Abel Estévez aplicó a la vez con Cecilia Cacheda, que desde hace varias semanas arrastra problemas en sus cuádriceps, reduciendo la cantidad de minutos que estuvo sobre la pista. De hecho, la dinámica se amplió hasta el final, cuando ya quedó totalmente claro que el triunfo del encuentro sería para las canarias (25-13, min.45), por ello otras jugadoras importantes del BM Porriño cedieron su lugar en la pista a otras jugadoras con menos sobrecarga en sus piernas.

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