Redacción 12/01/2014

El conjunto de Abel Estévez firmó un excelente encuentro en el regreso a la competición tras más de un mes de parón y logró una victoria inapelable de 35-30 ante el Rocasa Ace Gran Canaria, un rival llamado a pelear por los puestos altos de la tabla. 

 

Balonmano Porriño: Iris Sanjuan, Maialen Mujica (8), Alicia Fernández (9), Cecilia Cacheda (3), Sandra Costas (2), Lorena Pérez (4), Nekane Terés (8) –siete inicial-, Xica, Isa Bastero (-), Sarai Samartín (1), Carla Rivas, Cristina Martínez, Nina González (p.s.) y Sheila Campos (p.s.). 

Rocasa Ace Gran Canaria: Silvia Navarro, Melania (6), Almudena (6), Arabia Peña, Alba Albaladejo (2), Haridian Rodríguez (1), María González (3) –siete inicial-, María Luján (2), Davinia López (8), Adriana González (p.s.), Jocelyn Álvarez, Tiddara Trojaola (2), Carmen Toscano y Lisania González. 

Parciales: 4-2, 8-4, 11-6, 14-8, 18-12, 21-16 (descanso), 22-19, 25-19, 28-22, 30-23, 34-27 y 35-30 (final). 

Árbitros: Antonio Merino y Francisco Javier Moyano (Castilla y León). Excluyeron a las locales Sandra, Nekane y Lorena y a Isa Bastero en tres ocasiones, por lo que fue descalificada (min.56). Por las visitantes, a María Luján, Davinia y Haridian (2). 

La décimo primera jornada en la División de Honor femenina disputada ayer en el Pabellón Municipal de Porriño, contó con la presencia de 500 personas aproximadamente, que animaron en todo momento al equipo local en un complicado reencuentro con la competición, después de más de un mes de interrupción en la máxima categoría femenina nacional; un partido que el conjunto de Abel Estévez solventó con un sobresaliente.

Las porriñesas, con una actuación más que destacable de sus tres porteras (Iris, Nina y Sheila), impusieron prácticamente en todo momento su ritmo de juego y no dieron opción alguna al Rocasa Ace Gran Canaria, un rival llamado a pelear por los puestos altos de la tabla clasificatoria pero que fue incapaz de frenar el aluvión local.

Desde el inicio, las jugadoras de Abel Estévez plasmaron sobre la pista lo trabajado en las sesiones de entrenamiento, apostando por un altísimo ritmo de juego que las isleñas no fueron capaces de seguir. Así, el Rocasa nunca llegó a sentirse cómodo en el Municipal ante un BM Porriño que no tardó mucho en abrir una interesante brecha (8-4, min.10). La mejor prueba del alto ritmo de juego impuesto por las locales es el marcador al descanso (21-16, min.30). De hecho, esta circunstancia provocó que la gran preocupación del entrenador porriñés, la portera internacional Silvia Navarro, apenas tuviera incidencia en el encuentro. Los 21 goles logrados al intermedio lo confirman.

Las isleñas trataron de engancharse al partido al comienzo de la segunda mitad. Llevaron por un momento el partido a su terreno, con un balonmano más sosegado y a punto estuvieron de conseguirlo (22-19, min.35). Pero el Balonmano Porriño supo reaccionar a tiempo y fue capaz de correr de nuevo para llevar la diferencia por encima de los siete goles (26-19, min.41), con lo que el partido acabó y los veinte minutos finales se convirtieron en una auténtica fiesta para el público del Municipal.

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