Estas labores están siendo llevadas a cabo por un grupo de voluntarios coordinados por la Concejalía de Medio Ambiente
Las parroquias más afectadas son Soutelo, Santa María y Picoña
Se desactivaron más de 70 nidos de vespa velutina o avispa asiática por medio del Ayuntamiento de Salceda de Caselas dentro del territorio del municipio, gracias a la acción de un grupo de voluntarios coordinados por la concejala de Medio Ambiente, Carla Pérez.
Fueron los propios vecinos los que comunicaron al Ayuntamiento de la existencia de nidos en diversos puntos, pasando entonces a actuar el grupo de voluntarios, que ya han desactivando nidos en viviendas, fachadas de edificios, recintos escolares y en diversos puntos de Salceda.
Desde el Ayuntamiento recuerdan que los principales peligros que conlleva esta especie, son el ataque a las poblaciones de abejas autóctonas así como los riesgos para la seguridad ciudadana, fundamentalmente en los casos de personas alérgicas a las picaduras.
La Xunta de Galicia ha proporcionado el material correspondiente, al que se suman otros desarrollados por el propio equipo de Salceda, consiguiendo así una pértiga mucho más ligera y que les facilita en gran medida el trabajo, ya que la mayor parte de nidos se encuentran a gran altura, lo que hace más complicado el acceso a los mismos.
Este grupo se reúne las tardes de los martes, eliminando una media de 6 nidos por jornada. Las parroquias más afectadas son Soutelo, Santa María y Picoña, en las que se precisó un mayor número de intervenciones.
Se está prestando especial atención al casco urbano, así como a las zonas de máxima urgencia por ser frecuentadas por niños, personas mayores o personas alérgicas.
El Ayuntamiento de Salceda agradece enormemente el trabajo llevado a cabo por este grupo de voluntarios, ya que sin ellos sería imposible mantener la población de avispa asiática controlada.
Desde el Gobierno Local recuerdan que la Xunta de Galicia no hizo bien sus deberes en este tema, ni desde el primer momento ni en la actualidad, derivando el problema a los Ayuntamientos, los cuales tienen que buscarse la vida para solucionarlo con el escaso material que se les aporta.