Mistress America es una comedia americana que, la directora Noah Baumbach, ha conseguido construir con infinidad de capas y trasfondos que, hace casi imposible la definición o explicación exacta de la obra. Es una de esas películas en las que si te lo propones, te hará reflexionar durante horas y desde diferentes ámbitos.
La película se desarrolla en la cosmopolita ciudad de Nueva York, haciendo ostentación de sus lujos y su gente, como ya se ha visto en otras series y comedias americanas. En lo referente a la retahíla de halagos hacia la ciudad neoyorquina, los directores Woody Allen y Lena Dunham, son unos eruditos; esto hace que en ocasiones, te sientas en una de sus series o películas. El principio de Mistress America es demasiado artificioso y trivial, perdiendo esas referencias cinematográficas antes mencionadas y acercándose más al estilo, a veces sobrecargado de Sofia Coppola. Pero cierto es que, Mistress America no tarda mucho es recuperar rumbo hacia los diálogos profundos, las escenas amenas y los personajes de gran peso y desarrollo psicológico.
La actuación de Lola Kirke en el papel de Tracy es maravilloso pero, no puedo decir lo mismo de la otra protagonista Greta Gerwig la cual, a pesar de que tiene momentos de calidad, en algunas ocasiones sobreactúa descaradamente, lo que hace que el trasfondo de la película se diluya.
Mistress America es ese tipo de película artificiosa y moderna que desearás odiar pero, de la que no podrás evitar encandilarte. A través del papel de Brooke, se habla de la presión social a las personas y de cómo algunas de ellas viven sometidas a la aceptación de su entorno. A través del papel de Tracy, se realiza una mención a toda aquella gente que depende de la creatividad y de la inspiración artística para su crecimiento profesional. Un claro alegato a la ambición.
Esta película es una obra curiosa, diferente y real; nada parecido a un blockbuster y, no apta para todos los públicos; con la que merece la pena perder hora y media en cualquier sala. Si queréis ver algo diferente, esta es vuestra película y, a pesar de lo que pueda decirnos indirectamente su espantoso cartel, Mistress America no es sólo para el público femenino.
Firmado: Ana Lage, graduada en Publicidad y Relaciones Públicas y especializada en Cine