A las 14.00 h arrancaban hacia sus domicilios más de 300 personas en una gran caravana de coches y furgonetas desde el aparcamiento del restaurante Guanabara fijado como punto de encuentro para los desterrados desde las 13.00 h
Uno de los representantes afirmaba que mañana los niños podrán volver a sus aulas y recalcó que “somos gente de paz y queremos vivir tranquilos, ganarnos nuestro pan honradamente y dejar de tener que vivir con miedo”
A las 13.00 h de este domingo, la explanada del aparcamiento del restaurante Guanabara se convertía en el punto de encuentro para las más de 300 personas que volvían a sus hogares tras un mes de exilio. Las diferencias entre ambos clanes vienen desde hace tiempo atrás, que sumadas con las supuestas amenazas de los gitanos gallegos hacia 4 pastores de los gitanos zamoranos, hicieron que cerca de 400 personas abandonasen sus casas en solidaridad con los amenazados.
El pasado sábado 8 de noviembre, fue el día en el que estas familias tuvieron que partir fuera de Galicia, refugiándose en casas de familiares o amigos esperando una solución al conflicto entre ambos clanes. Ahora que ya han conseguido que la justicia intervenga, vuelven convencidos de que “la unión hace la fuerza”, de hecho ha vuelto uno más, ya que durante el tiempo que estuvieron fuera, concretamente el jueves 20, una joven daba a luz a su bebé.
Hasta el lugar se acercó el concejal de Seguridad Ciudadana, J. Manuel Jacobo, acudió a comprobar que el regreso se realizaba correctamente y sin altercados, al mismo tiempo que recibió y dio la bienvenida a todos.
Raúl Francés, ex-alcalde de Porriño, acudió hasta el punto de encuentro dando muestras de apoyo a todas las familias que regresaban a nuestro municipio; también la portavoz municipal de PSdeG, Eva García de la Torre, que no dudó en reclamar los derechos de estos vecinos. Entre la gente que acudió al lugar del punto de encuentro, también estaba algún que otro profesor preocupado por sus alumnos, dado el tiempo que han estado sin escolarizar los niños; respecto a este tema, un representante del clan aseguraba que “los niños vuelven mañana mismo al colegio”.
Aunque este encuentro fue muy tranquilo, la presencia de la Guardia Civil y de la Policía Local como medida disuasoria, transmitió mayor seguridad.