Solo en los últimos meses, la organización desarticulada habría introducido al menos 400 migrantes en la Unión Europea, habiendo obtenido un beneficio superior a los dos millones de euros
La Policía Nacional, en colaboración con las policías de Bosnia, Croacia, Eslovenia, Francia, Italia, Grecia y Rumanía, y con el auspicio de EUROPOL y EUROJUST, ha desarticulado una activa red criminal de carácter transnacional que presuntamente introducía de manera irregular en la Unión Europea migrantes de origen pakistaní.
La investigación, dirigida por el Juzgado de Central de Instrucción nº 6 e impulsada por la Fiscalía de la Audiencia Nacional, dió comienzo con la detención en la República de Eslovenia de un ciudadano español que circulaba con un camión en el que transportaba 53 migrantes de origen pakistaní en situación irregular. Las pesquisas llevadas a cabo durante más de nueve meses han revelado la existencia de una organización criminal transnacional con presencia en Pakistán, Grecia, Bosnia, Croacia, Eslovenia, Francia, Italia y España, donde se encontraba la subestructura más numerosa, dedicada a la ejecución material de las operaciones de tráfico de personas a bordo de camiones.
La red desarticulada es considerada una de las más destacadas y activas dedicadas al tráfico de personas de origen pakistaní. En coordinación con los traficantes ubicados en el punto de origen, estaba especializada en la organización, planificación y ejecución del último trayecto del periplo migratorio de las personas traficadas hacia un país europeo, utilizando para ello la ruta conocida como “de los Balcanes”.
Los migrantes, una vez alcanzado el campo de refugiados situado en la localidad bosnia de Bihac, eran guiados por “pasadores” de la organización para cruzar a pie las montañas que separan Bosnia de Croacia, y desde allí eran trasladados en las cajas de camiones de apenas ocho metros cuadrados -que llegaban desde territorio español y eran alquiladas- hasta la frontera con Eslovenia.
Fruto de la investigación de los agentes de la Policía Nacional, en colaboración con fuerzas policiales eslovenas y croatas, se ha podido frustrar la última operación de tráfico de personas atribuible a la organización al interceptar, en un punto cercano a la frontera entre Croacia y Bosnia, un camión que transportaba a 77 personas de origen pakistaní en un habitáculo de apenas ocho metros cuadrados. Los migrantes, entre los que había cuatro menores de edad, viajaban hacinados en condiciones infrahumanas y se habían visto obligados a hacer varios agujeros en el techo para poder respirar, por lo que la actuación policial evitó lo que podía haber sido una “tragedia”.
La organización criminal cobraba a cada migrante 3.000 euros si el trayecto pactado era Bosnia-Eslovenia, o entre 5.000 y 8.000 euros en el caso de la ruta Bosnia-Italia, debiendo abonar nuevas cantidades para continuar su periplo hacia los otros países de destino. Así, el coste total del viaje desde Pakistán hasta el destino final en Europa podía oscilar entre 12.000 y 20.000 euros.
El líder y máximo responsable de la organización alternaba su residencia entre Pakistán, España, Francia y Rumanía. De hecho, llevaba desde octubre de 2020 organizando las operaciones de tráfico de personas desde Pakistán, pero a principio de marzo regresó a Europa. Tras un laborioso trabajo realizado por los agentes de la Policía Nacional, que contaron con la colaboración de la Agregaduría de Interior de la Embajada de España en Rumanía y de las autoridades rumanas, el cabecilla fue localizado en la localidad rumana de Craiova, donde tenía una propiedad. Hasta ese lugar se desplazaron varios agentes para colaborar con la policía rumana en la entrada y registro del domicilio donde el detenido fue hallado. Una vez en España, y tras tomarle declaración en sede judicial, se decretó su ingreso en prisión.
Durante el desarrollo del operativo policial se ha procedido a la detención en España de 12 personas -Zaragoza (5), Huesca (3), Lleida (2), Tarragona (1) y Jaén (1)-, siete de los cuales han ingresado en prisión provisional, y se han llevado a cabo seis registros domiciliarios en Zaragoza (3), Huesca (2) y Jaén (1) donde se han intervenido diversos dispositivos electrónicos de relevancia para la investigación.