Redacción 12/06/2014

Todos hemos oído o probado alguna vez este dulce tradicional del país vecino ¿pero conocemos su historia?

La receta de hoy será de los famosos pasteles portugueses conocidos como  pasteles de Belém. Quien no recuerda ir a la feria en Portugal y al regresar parar en la antigua frontera y comprar en una pequeña tienda estos famosos pasteles?

El origen del nombre de este dulce, fue adquirido porque eran típicos de un barrio llamado así de las afueras de Lisboa, a las orillas del río Tajo  en su desembocadura en el océano atlántico, con el tiempo esta población se ha anexionado a la gran urbe.

Los pasteles de Belén tienen una historia muy interesante, ya que se comienzan a elaborar en el año 1837 a inicios del siglo XIX en Belém, junto al monasterio de los jerónimos. Con la revolución liberal, muchos conventos de Portugal  fueron clausurados dejando a sus habitantes en total desamparo. Para subsistir, algunos miembros del convento pusieron en marcha un pequeño comercio anexo a una fábrica de caña, donde preparaban los “pastéis de Belém” con una antigua y secreta receta procedente del monasterio.

Tres años más tarde comenzó la fabricación de estos dulces de una manera más organizada y en mayor cantidad; desde entonces han continuado  con esta dulce tradición manteniendo la receta original, algo que muy meritorio y que otorga  a estos dulces un valor añadido.

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