El conjunto de Abel Estévez perdió a su central por un golpe en el muslo en el minuto 45 cuando estaba en plena remontada, a partir de ese momento acumuló errores y precipitaciones despidiéndose de cualquier opción de pelear el partido con un resultado final de 33-23
Cleba León: Cristina González, Itziar Ubillos (2), Marina González (4), Raquel Caño (9), Marta Méndez (5), Daria Ilina (3), Sonia Rodríguez (7) –siete inicial-, Laura Gutiérrez (p.s.), Tatiana Lozano, Andrea Álvarez, Alba González, Clara García, Loreto Roldán (1), María Prieto (2).
Balonmano Porriño: Nina, Maialen Mugica (7), Xica (9), Cecilia Cacheda (3), Isa Bastero (2), Sarai Samartín (1), Lorena Pérez (1) –siete inicial-, Sheila Campos (p.s.), Mónica Mata, Cora Represas, Nuria Martínez, Gemma Martínez, Sandra Costas y Carla Rivas.
Parciales: 2-2, 5-3, 7-4, 8-6, 10-8, 15-10 (descanso), 17-12, 20-16, 21-18, 25-20, 27-21 y 33-23 (final).
El Balonmano Porriño vió cómo un nuevo contratiempo en forma de lesión marcó su compromiso en León ante el Cleba, al no poder finalizar el partido su central, Cecilia Cacheda, que tras un golpe en el muslo tuvo que retirarse antes de tiempo por lo que parece ser una rotura de fibras.
Hasta ocurrido el contratiempo, el conjunto de Abel Estévez había firmado un encuentro serio, con una primera parte muy igualada en la que marcó la diferencia la portera leonesa, Cristina González, parando hasta ocho ocasiones muy claras de seis metros. Por eso, el Cleba se marchó al intermedio con una renta de cinco goles a su favor (15-10, min.30).
Tras el intermedio, las porriñesas salieron concienciadas para, poco a poco, ir reduciendo su desventaja en el marcador y, cuando mejor estaban, llegó la acción desafortunada incidencia en la que Cecilia Cacheda forzó una acción de siete metros, llevándose el inoportuno golpe que la obligó a retirarse el encuentro.
Su equipo transformó el penalti y puso el 21-18 en el marcador (min.45) pero perdió el norte cayendo en un total descontrol acumulando incontables pérdidas y permitiendo a las leonesas respirar aliviadas (25-20, min.50); además, la arriesgada defensa planteada por el técnico del BM Porriño para intentar de nuevo la machada, tampoco dio los frutos esperados. Sus jugadoras, castigadas ya en exceso por las lesiones de esta temporada, no tenían la mente en el partido y esa falta de concentración derivó en el 33-23 final.