Puede visitarse hasta el 12 de este mes, se trata de una muestra itinerante de la Red de Juderías de España
La exposición de fotografías “Benjamín de Tudela. Un viajero en el tiempo” llega a Tui hasta el próximo 12 de diciembre, dentro de su itinerancia por las ciudades que integran la Red de Juderías de España. La muestra está configurada por 54 fotografías de Jesús Álvarez tomadas en un viaje que emuló al que describe en sus escritos el propio Benjamín de Tudela y que le llevaron a conocer numerosas comunidades sefardís por todo el Mediterráneo y por Europa.
Para el concejal de Patrimonio, Turismo y Camino de Santiago del Ayuntamiento de Tui, Laureano Alonso, esta exposición permite acercarnos a un recorrido por la “ruta del viajero más internacional de la Edad Media: de Tudela a Jerusalén pasando por Roma, Alejandría, Constantinopla o Francia”.
La exposición recoge el estado actual de las juderías y de los países que Benjamín de Tudela visitó entre 1163 y 1174, impresiones recogidas posteriormente en su Libro de Viajes publicado en Constantinopla en 1543.
Laureano Alonso señala como esta exposición es una de las actividades programadas por la Red de Juderías entre sus socios para la promoción y difusión del legado de la cultura judía, que tiene en Tui uno de los lugares destacados del Noroeste peninsular.
La exposición puede visitarse de lunes a viernes de 9 a 14 h y de 15:30 a 21:30 h y los sábados de 9 a 14 h.
Información complementaria
Benjamín de Tudela vivió en la segunda mitad del s. XII y fue el viajero judío medieval más importante. La única fuente de que disponemos es su obra Libro de Viajes. Aunque escritores no judíos lo titulan frecuentemente como rabí, no existen pruebas de que lo fuese, si se exceptúa la abreviatura convencional fijada a su nombre en las fuentes hebreas. Hijo del rabí Jonás y hombre preparado, pues tenía formación en historia, además de ser conocedor del hebreo, arameo, griego, latín y árabe.
Podría fijarse el inicio de sus viajes entre 1159 y 1167 (reinando en Navarra Sancho VI el Sabio) y su regreso en 1172-1173 (año 4933 del calendario judío). Según esto, sus viajes tuvieron una duración mínima de cinco años y una máxima de catorce. Esta última hipótesis parece la más probable, dado que su última etapa -desde que abandona Egipto y llega a España- duró por lo menos un año.
Tampoco se conoce la finalidad de estos viajes, aunque parece que Benjamín de Tudela pudiese ser comerciante en piedras preciosas ya que consta que en más de una ocasión mostró vivo interés por el comercio del coral. En su viaje tomó contacto con las comunidades judías que iba encontrando.
En total, visitó 190 cidades de Europa y Oriente, convirtiéndose en una de las primeras fuentes de la demografía judía. Su interés se centró en los judíos y en su situación, describiendo personalidades, centros de estudios, población, formas de vida, dificultades y éxitos. También habla de los grandes acontecimientos políticos e históricos de su época.
Su Libro de Viajes (Sefer Maasaot), publicado en hebreo en Constantinopla en 1543, se basa en las notas e impresiones recogidas durante su largo periplo. Desde Tudela desciende por el valle del Ebro: Zaragoza, Tortosa, Tarragona, Barcelona y penetra en Provenza a través de Girona. Se embarca en Marsella y viaja a Génova, Pisa, Lucca y Roma, ciudad en la que debió deterse durante un tiempo, a juzgar por el minucioso relato que ofrece de sus monumentos.
Deja Roma y se encamina cara al sur, donde llega a Salerno. Embarca nuevamente en Otranto, pasa por la isla griega Corfú, en el mar Jónico y Arta. Atraviesa Grecia y se detiene en Constantinopla, de la que ofrece una viva descripción, de gran importancia para el conocimiento de las condiciones y situación socioeconómica de sus habitantes en aquel momento.
Cruza el mar Egeo (islas Mytilene, Chíos, Samos, Rodas) hasta Chipre. Ya en tierra firme, pasa por Antioquía, Sidón y Tiro, entrando en Israel por Acre, en aquellos momentos en manos de los Cruzados. Recorre el país y describe detalladamente los Santos Lugares dejando un documento de especial interés para el conocimiento de la Palestina de aquella época.
De camino cara el Norte, pasa por Tiberíades, Damasco, Alepo y Mosul, con un itinerario difícil de precisar. Llega a Bagdad, ciudad que describe con mayor extensión que cualquier otra. Es probable que viajase a lo largo y ancho de Mesopotamia y Persia, aunque en estos relatos abundan los materiales de leyendas. Es improbable que se aventurase a traspasar estos ámbitos geográficos, aunque se esforzó por reunir noticias sobre las comunidades judías de lugares a los que no viajó, como Arabia, Persia, Asia central, India o Ceilán, y también menciona la existencia de la judería de Kai Fong en China.
Ya de vuelta, hace una admirable descripción de Egipto y en especial, de la vida de los judíos en el Cairo y Alejandría, ciudad en la que embarca para llegar a Sicilia. Nos da una descripción cuidadosa y pintoresca de Palermo. De allí, probablemente, regresa a España por mar, aunque el itinerario finaliza con una idealizada visión de la vida judía de Alemania y del norte de Francia, basada tal vez en relatos que llegaron a sus oídos.
Datos extraídos de:
Libro de viajes de Benjamín de Tudela. Riopiedras Edicións, 1982.
Versión castellana, introdución y notas de José Ramón Magdalena Nom de Déu