Operaban a nivel mundial, especialmente en Europa y América y se dedicaban al blanqueo de beneficios procedentes de ciberataques y estafas informáticas
Esta operación policial internacional ha supuesto la práctica de 40 registros domiciliarios en Letonia, Bulgaria, Reino Unido, Italia y España (2), así como la detención de 19 personas, cuatro de ellas en Barcelona donde se habían servido de 106 cuentas bancarias, abiertas con pasaportes falsificados
Agentes de la Policía Nacional, Mossos d’Esquadra y FBI, en una operación coordinada por EUROPOL, han desarticulado una organización trasnacional dedicada al blanqueo de beneficios procedentes de ciberataques y estafas informáticas. Operaban a nivel mundial, especialmente en Europa y América, y ofrecían sus servicios a grupos criminales informáticos. Esta operación policial internacional, que no tiene precedentes en su ámbito debido a su envergadura, ha supuesto la práctica de 40 registros domiciliarios en Letonia, Bulgaria, Reino Unido, Italia y España (2), así como la detención de 19 personas en Estados Unidos, Portugal, Reino Unido y España (4). El entramado en nuestro país se había servido de 106 cuentas bancarias, abiertas con pasaportes falsificados, que recibían grandes cantidades de dinero asociadas a actividades de ciberdelitos desde países como Alemania, Italia o Estados Unidos, y con los que pretendían blanquear más de 825.000 €.
En España, la investigación policial se inició el mes de marzo de 2019 cuando la Policía Nacional y los Mossos d’Esquadra detectaron una organización criminal internacional altamente estructurada y especializada a monetizar el producto de cibercrímenes cometidos por grupos de criminales informáticos a diferentes países.
El entramado criminal ofrecía un servicio consistente a aportar una serie de cuentas bancarias controladas por mulas, previamente reclutadas en varios países por miembros de la organización, la primera finalidad de la cual era la de recibir transferencias de dinero procedente de estafas informáticas. Así como garantizar a los cibercriminales la aplicación de métodos para enmascarar el origen ilícito del dinero y avalar la integración de los beneficios del delito en los circuitos financieros legales.
Los investigadores constataron que la organización también estaba siendo investigada por otras policías por hechos criminales en sus países, entre ellas el FBI, y que una parte de la organización se había establecido en la ciudad de Barcelona. Este grupo estaba integrado principalmente por personas originarias de Letonia que llegaban a Cataluña con el encargo de abrir estas cuentas bancarias, a los cuales recibían y transferían el dinero obtenido fraudulentamente.
Gracias a las gestiones de investigación, se pudo identificar un total de 27 personas, que actuaban como mulas bancarias, que abrieron cuentas en Barcelona con documentación obtenida fraudulentamente con connivencia de una gestoría establecida cerca de Barcelona, ciudad desde donde se realizaban transferencias a cuentas otros países para enmascarar el origen ilícito y dificultar su rastro.
Con toda la información recibida los agentes llevaron a cabo las investigaciones oportunas para localizar a varios objetivos de la red de blanqueo en España, situando a cuatro de ellos en Barcelona.
Finalmente se llevó a cabo la detención de estos cuatro investigados, así como la entrada y registro de un domicilio de una vivienda donde vivía parte de la organización criminal y de una gestoría que realizaba los trámites fraudulentos para obtener la documentación que, posteriormente, era utilizada para abrir las cuentas bancarias. Los agentes llevaron a cabo el análisis in situ y clonado de equipos informáticos, terminales de telefonía móvil y distintos dispositivos electrónicos, contando para ello con la asistencia de personal de EUROPOL. Además también se incautaron numerosas evidencias relacionadas con los ilícitos investigados por las autoridades de Estados Unidos que fueron entregadas a personal de EUROPOL para su posterior clonado.
Con todas las pruebas recabadas se estima que la actividad de blanqueo llevada a cabo en España superaría los 800.000 € en un solo año.