Redacción 30/03/2020

Durante el fin de semana se inspeccionaron 2.701 vehículos, se controlaron a 3.074 personas y se detectaron 135 infracciones por incumplimientos de las restricciones de la movilidad

 

Efectivos de La Guardia Civil continúan realizando controles en vías públicas con el fin de garantizar el cumplimento de las medidas de limitación de la libertad de circulación de personas establecidas en el Real Decreto 463/2020, por el que se declaró el estado de alarma para la gestión de la crisis sanitaria ocasionada por el Covid-19.

Dentro de este marco de actuaciones preventivas y disuasorias, la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil continúa con su labor de vigilancia y control de carreteras para evitar siniestros viales que puedan agravar la situación de los centros hospitalarios. 

La competencia sobre el control, vigilancia y regulación del tráfico en vías interurbanas recae, principalmente, sobre la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, que sólo en la provincia de Pontevedra ha realizado durante este último fin de semana un total de 230 controles, donde se inspeccionaron 2.701 vehículos y se controlaron a 3.074 personas. En estos dispositivos se ha procedido a la detención de una persona y se han detectado 135 infracciones administrativas por distintos incumplimientos de las restricciones de la movilidad dictadas por el Gobierno.

Pese a centrar sus esfuerzos en vigilar en cumplimento de las medidas declaradas por el estado de Alarma, la Guardia Civil no se distrae su atención sobre la seguridad vial con el fin de evitar siniestros viales que puedan agravar la situación de los centros hospitalarios. El control de las distracciones, como puede ser el uso del teléfono móvil; los controles de velocidad y también los de alcohol o drogas, se compatibilizan con los de las restricciones de movilidad.

Dentro de este orden de actuaciones, el sábado pasado, sobre las 21:30 h, una Patrulla del Subsector de Tráfico de Pontevedra detectó a la altura del kilómetro 646 de la N-120, término municipal de Ponteareas, a un taxista que regresaba de efectuar un servicio con evidentes síntomas de haber consumido bebidas alcohólicas. Este conductor profesional, que había dejado a un cliente en el aeropuerto de Vigo arrojó un resultado de 0,50 mg/l y 0,47 mg/l de alcohol en aire espirado, cuando el máximo permitido a estos conductores es 0,15 mg/l.

Como consecuencia de esta incidencia se procedió a la inmovilización del vehículo y se inició un procedimiento administrativo sancionador que puede finalizar con una sanción de 500 € y la detracción de 4 puntos del permiso de conducción.

Desde la Guardia Civil apela a la responsabilidad de los conductores. Es el momento de quedarse en casa, de respetar por el bien de todos las limitaciones de la movilidad impuestas por el estado de alarma, pero también es el momento de extremar, si cabe aún más, la prudencia y la precaución en los desplazamientos inevitables que se tengan que realizar.

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