Fue interceptado por la Guardia Civil conduciendo con pérdida total de puntos y dio positivo en las pruebas de alcohol y drogas
Efectivos de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil pertenecientes al Destacamento de O Porriño, sorprendieron en la madrugada del pasado sábado, día 23, a un vecino de O Porriño cuando circulaba por la carretera comarcal EP-2401 (Porriño-Mosende), en el término municipal de Porriño, después de haber perdido la totalidad de los puntos de su permiso de conducción.
Este conductor, de 34 años, y vecino de Torneiros – O Porriño, fue interceptado en un dispositivo especial de vigilancia y control de multirreincidentes cuando regresaba a su domicilio. Tiene un amplio historial de antecedentes por delitos viales y dio resultado positivo en las pruebas de alcohol y drogas, esta última con carácter indiciario hasta tanto no lo confirmen los laboratorios oficiales.
Como consecuencia de estos hechos, los agentes instruyeron diligencias por delito contra la seguridad vial que se entregarán en el Juzgado de Instrucción de guardia de O Porriño.
En este sentido, las patrullas de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil de Pontevedra tienen entre sus objetivos prioritarios para contribuir a la mejora de la seguridad vial en la provincia, el control de estos conductores multirreincidentes.
Para ello, agentes uniformados vigilan en vehículos camuflados a los conductores que utilizan sus automóviles con el carnet retirado por resolución judicial o tras haber perdido todos los puntos asignados. Con esta vigilancia intensiva, tratan de retirar a este tipo de conductores de las vías públicas por el potencial riesgo que supone su presencia en ellas. Las condenas judiciales y las pérdidas de puntos de los investigados derivan generalmente de la comisión de conductas viales delictivas o de grandes infracciones relacionadas con el alcohol, las drogas o los grandes excesos de velocidad.
A tal fin, los agentes especializados en la detección de este tipo de infractores inciden de una forma especial en las vías próximas a las viviendas de los investigados, estudian sus posibles itinerarios y establecen controles en las carreteras comarcales, donde estas personas tienen una mayor sensación subjetiva de impunidad.