La operación se inició tras la persecución de un vehículo todoterreno, habitualmente utilizados para el transporte de droga tras los alijos en la costa, que llevó a los agentes hasta unas naves situada en la localidad de Puente Mayorga
Junto a las lanchas, todas ellas con motores de alta cilindrada y potentes sistemas de navegación GPS, se localizaron unos 2.200 l de combustible
Agentes de la Policía Nacional se incautaron de 5 lanchas semirrígidas, 15 motores de alta cilindrada, material de navegación y unos 2.200 l de combustible en una operación contra el narcotráfico, llevada a cabo en La Línea de la Concepción (Cádiz). La operación se ha desarrollado como consecuencia de la constante vigilancia realizada sobre las infraestructuras utilizadas por las diferentes organizaciones dedicadas al narcotráfico en la zona.
El pasado sábado, varias dotaciones uniformadas de la Policía Nacional localizaron un vehículo todoterreno similar a los modelos utilizados frecuentemente para el transporte de droga tras los alijos en la costa. En ese momento se inició una persecución que finalizó en la localidad de Puente Mayorga, donde se perdió de vista al citado vehículo. Los agentes que participaban en la búsqueda del turismo por la zona detectaron un fuerte olor a gasolina procedente del interior de una nave industrial. Además observaron rodadas de grandes dimensiones que pudieran corresponder a un tractor que se adentraba al interior de la nave.
Ante la sospecha de que la nave se tratara de uno de los lugares utilizados para la guarda de estupefacientes y de elementos utilizados para el desembarco, los policías realizaron comprobaciones por el exterior. Allí localizaron una embarcación semirrígida de gran envergadura, equipada con tres motores fuera borda; y gran cantidad de bidones de gasolina, sin las garantías de seguridad necesarias.
Una vez en el interior de la nave, los agentes hallaron otras dos embarcaciones semirrígidas con tres motores fuera borda de 350 CV de potencia cada uno. Igualmente se observó la presencia de un total de 88 bidones de gasolina, de unos 25 l cada uno y de 5 teléfonos vía satélite, un navegador GPS, un equipo de transmisiones y un teléfono móvil.
Los policías comprobaron que las rodadas se dirigían a una nave colindante donde localizaron el resto de embarcaciones semirrígidas, una de ellas con tres motores fueraborda de 300 caballos de potencia cada uno y una con tres motores carentes de inscripción alguna. Todas las embarcaciones tenían montados potentes sistemas de navegación GPS de gran valor económico.
El valor de todo lo intervenido supera fácilmente el millón y medio de euros, constituyendo un importante golpe a la infraestructura y logística de las organizaciones dedicadas a esta actividad.
La operación se desarrollo en comunicación permanente con Guardia Civil y contó con el apoyo del servicio de Vigilancia Aduanera, gracias al cual pudieron ser retiradas las embarcaciones por vía marítima ya que la nave tenía acceso directo a la zona de playa, siendo imposible la retirada de aquellas por las calles adyacentes debido a las grandes dimensiones de las lanchas.