Los rastreadores del Ejército de Tierra ubicados en Vilaboa han efectuado más de 1,5 millones de llamadas telefónicas a gallegos y gallegas enfermas o confinadas por ser contactos de positivos COVID-19. Además, la Brilat efectuó el pasado verano 1.500 patrullas de vigilancia contra incendios en los montes de Galicia a través de la “Operación Centinela“
El delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, ha reconocido hoy los servicios prestados por la Brigada “Galicia”VII a la soiciedad gallega durante la pandemia de la Covid-19. En un acto celebrado en la base General Morillo, José Miñones ha impuesto a la Brilat la corbata de la Orden de Isabel la Católica, en atención a los méritos acumulados durante las operaciones “Balmis” y “Baluarte” desarrolladas por el Ministerio de Defensa. De hecho, esta concesión fue propuesta desde la Delegación del Gobierno en Galicia, por el anterior delegado, Javier Losada, al Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, que es el organismo que ostenta actualmente esta prerrogativa.
Acompañado por la subdelegada del Gobierno en Pontevedra, Maica Larriba; José Miñones ha repasado en su intervención los méritos acumulados por la Brilat en el último año en lo que ha denominado “la guerra más dura que hemos librado en las últimas décadas”. En la primera etapa de la pandemia, a través de la “Operación Balmis”, que se centraba en la protección sanitaria de la población y la vigilancia del cumplimiento de la normativa vinculada a la pandemia. En los más de 100 días que duró la operación, los integrantes de la Brigada Galicia se desplegaron en un centenar poblaciones para apoyar a las autoridades locales, colaboraron en el control de fronteras y ejecutaron más de 200 desinfecciones de residencias de mayores, centros de salud y otras instalaciones estratégicas.
Una vez superada esta fase inicial, la Brilat centró sus servicios frente a la pandemia en la “Operación Baluarte”, diseñada con el fin de evitar la propagación del virus. Durante estos meses, los miembros de la Briltat han ayudado a las autoridades sanitarias a realizar el seguimiento de los casos de COVID-19 y de los contactos estrechos: “Más de 1,5 millones de llamadas telefónicas a gallegos y gallegas enfermas o confinadas por ser contactos. Una media de 100 llamadas por rastreador y día. Y hasta 13.000 llamadas en un solo día durante el pico de la tercera ola, a finales de diciembre”, ha apuntado el delegado del Gobierno. Y ha añadido que “detrás de cada llamada, la voz solidaria y amiga de un miembro de la Brilat”.
Además, José Miñones hizo referencia a la Operación Centinela, que cada año lleva a cabo la Brilat en los montes gallegos contra los incendios forestales y que el pasado año, en plena pandemia, ocupó 1.500 patrullas de vigilancia y prevención a lo largo de más de 220.000 kilómetros recorridos.
El delegado del Gobierno se ha dirigido a los integrantes de la Brilat y a su general al frente, Luis Cortés Delgado, destacando su posición “a la vanguardia de nuestro Ejército” y felicitándolos por su 55 aniversario que “celebramos con la imposición de esta corbata”.