El grupo criminal tenía un fuerte asentamiento en diferentes provincias españolas – A Coruña, Vigo, Valencia, Madrid y Toledo- y se coordinaban con los líderes de la organización asentada en Rumanía – Bucarest, Constanza y Arad-
Agentes de la Policía Nacional, con la colaboración de las autoridades policiales de Rumanía y gracias a una información de la National Crime Agency, han intervenido 355 kilos de cogollos de marihuana y han abortado su venta a un grupo de narcos para su distribución a Alemania. Con esta operación ha sido desmantelada una organización de narcotraficantes especializada en adquirir y transportar cocaína, heroína, cannabis y otras sustancias estupefacientes para su distribución y venta en España y Alemania, Francia y Rumanía. El grupo criminal tenía un fuerte asentamiento en diferentes provincias españolas – A Coruña, Vigo, Valencia, Madrid y Toledo- y se coordinaban con los líderes de la organización asentada en Rumanía –Bucarest, Constanza y Arad-. En intervenciones anteriores al mismo grupo delincuencial, los agentes desmantelaron una plantación con 271 plantas de marihuana en Toledo e intervinieron cuatro kilos de heroína en Madrid y otros 36 en Bucarest (Rumania). Han sido arrestadas 10 personas en Yuncler (Toledo), entre ellas el líder de la organización criminal de origen rumano y tres miembros de la trama española.
La investigación comenzó a finales del año 2019 gracias a la colaboración de las autoridades británicas de la National Crime Agency en torno a un grupo criminal de ciudadanos de nacionalidad rumana que estaban asentados en España. Con las primeras pesquisas, los agentes comprobaron que estas personas se encontraban en nuestro país reforzando sus contactos para realizar operaciones de adquisición, importación y exportación de todo tipo de sustancias estupefacientes. Pronto averiguaron que en la ciudad de Toledo habían implantado su estructura y habían establecido asociaciones con ciudadanos españoles que les facilitaban el apoyo logístico, domicilios, ocultación y cobertura poniendo a su disposición un gran conglomerado de empresas para llevar a cabo sus fines delictivos.
Por su parte las autoridades policiales de Rumanía, en una investigación paralela, detectaron como uno de los líderes de la organización asentado en España estaba preparando la venta de 50 kilogramos de heroína en Bucarest (Rumanía). Una vez frustrada esta operación, el sospechoso huyó a España con cierta cantidad de sustancia estupefaciente. Tras activarse los mecanismos de coordinación con las autoridades policiales rumanas, los investigadores detectaron e interceptaron al sospechoso en Madrid, cuando iba acompañado de otro asociado de nacionalidad rumana a bordo de un vehículo en cuyo interior se localizó cuatro kilogramos de heroína oculta en el interior de un saco de pienso para perros.
Una vez avanzadas las pesquisas los agentes descubrieron una vivienda que la organización disponía en Toledo, donde se encontraban otros dos ciudadanos rumanos pertenecientes a la organización, así como 240 plantas de marihuana que fueron aprehendidas y dos vehículos. En uno de estos coches se había diseñado un compartimento oculto en el que los policías localizaron cuatro kilogramos de marihuana en cogollos.
Tras los hechos anteriores, los agentes comprobaron cómo la organización volvía a recomponerse y se nombraba un nuevo líder, así como a su segundo, también enviado desde Rumanía. Asimismo establecieron vínculos más estrechos con otro grupo criminal de españoles que comenzaron a facilitar apoyo logístico, nuevos emplazamientos e inmuebles, así como diversas empresas para dar cobertura y apariencia de legalidad a las ilícitas actividades. Durante los siguientes meses, el cabecilla enviado desde Rumanía empezó a intensificar los contactos en otras provincias de España, usando a otros asociados que tenía en la ciudad de Valencia para sus cometidos y seguridad en sus relaciones con terceros.
De esta forma, los miembros de la organización comenzaron a realizar numerosos desplazamientos a Vigo, A Coruña, Huelva y Almería, donde mantenían contactos con terceras personas para adquirir sustancia estupefaciente, que pretendían distribuir tanto en España, como en Rumania o Alemania entre otros países Europeos.
En todo el desarrollo de la investigación los agentes pudieron comprobar cómo la organización criminal disponía de un elevado número de vehículos, los cuales cambiaban a su antojo para así dificultar la posibilidad de control policial de los mismos. También en sus desplazamientos a otras provincias buscaban la clandestinidad de la noche para dar cobertura a sus encuentros.
Asimismo los agentes tuvieron conocimiento de la inminente adquisición de sustancia estupefaciente por parte de la organización, concretamente por un miembro de la trama de nacionalidad española que estaba planeando la compra de una importante cantidad de marihuana en Almería, la cual pretendía ocultar en alguno de los numerosos emplazamientos que tendría a su disposición, gracias a las múltiples sociedades mercantiles que controlaba en la provincia de Toledo. Finalmente se le detectó, en compañía de sus dos principales lugartenientes y hombres de confianza, orquestando con la organización criminal rumana la entrega a diferentes compradores de la droga, la cual presumiblemente sería trasladada y vendida en Alemania y otros países europeos donde su precio sería mucho mayor.
A mediados de septiembre los investigadores detectaron la llegada de los investigados en una furgoneta de alquiler a un polígono industrial de la localidad de Yuncler (Toledo). Tras proceder a su interceptación, los agentes localizaron a los diversos compradores que habían sido citados allí, entre los que se encontraban personas de nacionalidad china y cubana. Una vez inspeccionado el vehículo se localizó en su interior 355 kilogramos de marihuana, ya limpia y seca, empaquetada en 69 cajas de cartón. También se procedió a la detención de las diez personas que se encontraban en el lugar, entre ellos los tres miembros de la organización criminal española, los cuales estaban siendo auxiliados en las labores de contra vigilancia y seguridad en la venta de droga por otro ciudadano español, el líder del grupo criminal rumano, el presunto dueño y encargado de la plantación de marihuana que había llevado al lugar a dos importantes compradores de nacionalidad china y otro comprador de nacionalidad cubana. Tras la detención de todos los involucrados, los investigadores realizaron un total de cuatro registros domiciliarios en los que se intervinieron diversos documentos, teléfonos móviles, dinero en efectivo, así como munición de armas cortas y largas.