El combustible lo había sustraído apenas dos horas antes en tres camiones estacionados en la parroquia porriñesa de Budiño
Durante la madrugada de ayer, una patrulla de seguridad ciudadana del Puesto de la Guardia Civil de Tui interceptaba a un vehículo que les infundió sospechas cuando circulaba con notorio exceso de velocidad por la carretera N-550, a la altura del municipio de Guillarei.
Al proceder a la inspección del turismo se comprobó que, tanto el conductor como el vehículo, desprendían un fuerte olor a gasoil. Además, llamó especialmente la atención el hecho de que la mayor parte de los elementos del habitáculo de la parte delantera -volante, palanca de cambios, asientos, etc.- estaban recubiertos y protegidos con plástico.
Las sospechas se despejaron inmediatamente al comprobar que en el interior del maletero y en los asientos traseros -que llevaba plegados- transportaba un total de 24 garrafas de plástico llenas con 21 l de gasoil cada una.
De las gestiones realizadas, enseguida se pudo comprobar que el carburante que llevaba en las garrafas había sido sustraído, apenas 2 h antes, del interior de los depósitos de tres camiones que estaban estacionados en la parroquia porriñesa de Budiño.
La actuación de la patrulla de seguridad ciudadana concluyó con la recuperación del combustible, la incautación cautelar del vehículo y la detención del conductor, un vecino de Tomiño de 18 años, como supuesto autor de un delito de robo.
El detenido quedó en libertad en sede policial, con la obligación de comparecer en el Juzgado cuando sea requerido, y las diligencias instruidas se entregaron en el Juzgado de Instrucción de guardia de Tui.