Los inmigrantes eran amenazados antes del viaje para que entregaran sus móviles a los miembros de la organización y evitar grabaciones durante la travesía
Pagaban 2.000 euros por adelantado para reservar plaza en embarcaciones, tipo patera o zodiac, y unos 500 euros más por el alojamiento en España, por lo que el entramado criminal obtenía un beneficio económico de 108.000 euros aproximadamente
La Policía Nacional ha detenido a cinco personas en Cartaya (Huelva) pertenecientes, presuntamente, a una organización criminal dedicada al tráfico de personas desde Marruecos a las costas andaluzas. Los inmigrantes eran amenazados antes del viaje para que entregaran sus móviles a los miembros de la organización y evitar grabaciones durante la travesía. Pagaban 2.000 euros por adelantado para reservar plaza en embarcaciones tipo patera o zodiac y sobre 500 euros por el alojamiento en España, lo que estima un beneficio económico de 108.000 euros para el entramado criminal.
La operación, que ha evitado que arriesguen la vida 70 inmigrantes que iban a salir de manera inminente hacia las costas andaluzas, ha finalizado con una entrada y registro en un domicilio de Cartaya, donde se ha intervenido 750 euros en efectivo, dos terminales telefónicos y diversa documentación.
La investigación se inició con el rescate de dos embarcaciones procedentes de Marruecos que llegaron a Algeciras con 54 súbditos marroquíes, entre ellos siete menores. Tras la toma de declaraciones, los agentes detectaron la existencia de una organización criminal que, presuntamente, estaba favoreciendo la inmigración ilegal.
Tras diversas gestiones, los agentes comprobaron que la organización estaba perfectamente estructurada en dos ramificaciones. Una de ellas estaba asentada en la Región de Rabat, en las ciudades de Kenitra y Salé (Marruecos), donde captaban, alojaban y transportaban a los migrantes hasta el punto de salida. La segunda ramificación se encontraba asentada en Cartaya (Huelva), cuyo líder, familiar del responsable en Marruecos, se encargaba de la recepción y alojamiento en su propio domicilio de los migrantes hasta su destino final en la península.
Antes de cada trayecto, los miembros de la organización no dudaban en amenazar a los traficados con cortarles los brazos si les veían grabando con un teléfono móvil durante la travesía, por ello les cacheaban y quitaban sus terminales. Debido a la demanda, los migrantes debían pagar por adelantado 2.000 euros para asegurarse una plaza en la embarcación tipo patera o zodiac. Una vez en España, podían contratar el alojamiento por unos 500 euros, lo que estima un beneficio económico de unos 108.000 euros del entramado criminal.
La investigación ha finalizado con la entrada y registro en un domicilio en Cartaya, donde se ha detenido a cinco personas por pertenencia a organización criminal y delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros. Los agentes han intervenido 750 euros en efectivo, dos terminales telefónicos y diversa documentación relativa a la actividad delictiva.