Redacción 20/06/2020

La salida será desde el Concello de O Porriño a las 16:00 h hasta Fornelos de Montes, completando así una ruta que no pudo finalizar debidamente

 

 

Como era esperado, vecinos de O Porriño, del mundo del ciclismo y del motociclismo se quedaron atónitos el pasado 25 de mayo, ante el repentino e inesperado fallecimiento de Carlos Pintos.

De hecho, su familia se siente profundamente agradecida hacia el respeto y condolencias transmitidos desde numerosos sectores y distintas partes del país, así como del reconocimiento y cariño con el que todo el mundo recuerda a Carlos.

Una de las grandes pasiones de Pintos era, además de su familia, la moto. Por eso Los que compartían con él su afición, tienen la oportunidad de rodemos juntos “en la ruta que él querría acabar, ya que el bocadillo de queso tetilla en esta ruta, era de sus paradas favoritas; pero el mal tiempo no le permitió completarla la última vez”.

De este modo, el próximo sábado 27 de junio, nos encontraremos a las 16.00 h en la Plaza Arquitecto Antonio Palacios -Concello de O Porrriño- desde donde a las 16.15 h, nos acompañará la Policía Local hasta la salida de O Porriño; a partir de allí rodaremos en fila de dos y en zig zag. Iremos en bloque, así evitaremos que se cuelen coches y cruzaremos todos juntos entorpeciendo lo mínimo posible. Debido al momento que vivimos llevaremos mascarillas (se usarán sólo en parado).

El orden del grupo lo formarán en primera línea el guía; en segunda, la familia; y seguidamente los compañeros que acudan con sus motocicletas. los participantes llevaremos un lazo negro en el que se escribirá un recuerdo a Carlos, junto a los nombres de los que van en la moto.

Una vez llegados al lugar, llevaremos nuestros cascos, para rendir honores y se atarán los lazos en un lugar predeterminado, dejando constancia de su paso. También se colocará un ramo de flores simbólico y, quien así lo desee, podrá dirigirse al homenajeado y dedicarle unas palabras. Después de esto alzaremos nuestros cascos como señal de respeto y guardaremos un minuto de silencio. Una vez finalizado el acto, acompañaremos a la familia de regreso.

Y es que Carlos Pintos se merecía esto y mucho más, ya que no pasa un día en que no esperemos verle aún por la peatonal con su gran sonrisa, jugando con sus nietos o acompañado de su mujer; de manga corta en pleno invierno y siempre con una expresión de jovial felicidad. Has dejado huella, Carliños.

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