Redacción 28/05/2020

La Policía Nacional desmantela un taller clandestino que desmontaba en pocas horas vehículos sustraídos para su venta por piezas

 

Agentes de la Policía Nacional han detenido en Madrid a siete personas y han desmantelado un taller clandestino en el que desmontaban en pocas horas los vehículos que sustraían para su venta por piezas. Presuntamente, los arrestados se dedicaban al robo, despiece y también la reparación de vehículos con el material robado, actuando como una cadena de montaje de una fábrica al ponerse en marcha ante la demanda de una pieza o vehículo. Tras sustraer el coche solicitado, era trasladado hasta una nave industrial de Alcalá de Henares (Madrid) donde se desmontaba en función de los elementos que se necesitaban. Posteriormente, las piezas útiles eran vendidas a través de Internet y en talleres, mientras que el chasis y las partes carentes de valor se enviaban a chatarrerías conniventes donde desaparecía cualquier rastro del vehículo. En el registro del taller clandestino, los agentes recuperaron tres vehículos completos sustraídos y una gran cantidad de piezas cortadas y despiezadas, así como multitud de útiles para realizar la ilícita actividad.

 

La investigación comenzó el pasado mes de febrero, cuando los policías tuvieron conocimiento de una nave industrial situada en Alcalá de Henares (Madrid) donde presuntamente se despiezaban vehículos sustraídos. Tras diversas gestiones se logró conocer la ubicación exacta del local, realizando la correspondiente inspección en el lugar y recuperando tres vehículos completos sustraídos así como numerosas piezas de coches que habían sido desguazados. Tras analizar los efectos intervenidos, los agentes constataron que ese lugar era utilizado como taller clandestino por una organización para el robo, despiece y reparación de vehículos.

 

Según avanzaba la investigación, los agentes comprobaron que el grupo delictivo funcionaba como una empresa especializaba en el robo de coches de gama media. Cada uno de sus miembros tenía una función específica y perfectamente coordinada con los demás, actuando como una cadena de montaje de una fábrica que se ponía en marcha cuando entraba la demanda de un producto hasta satisfacer el “pedido”.

 

Tras robar el coche era recibido en el taller, donde se desmontaba en función de los elementos que se iban a vender a terceros -motor, caja de cambios, volante, salpicadero, llantas de aleación o asientos- abandonando el resto de las piezas que carecían de valor. Esta tarea se efectuaba por tres personas en cuestión de horas, empaquetando y distribuyendo las piezas de más valor, separando las que carecían de valor para su destrucción. Dichas partes eran transportadas hasta chatarrerías donde se deshacían de ellas, eliminando previamente cualquier indicio que les pudiese relacionar con el robo como números identificativos de las piezas.

 

Otros componentes eran vendidos a través en Internet y en talleres, pero también eran empleados por los detenidos para efectuar reparaciones a personas que contactaban con ellos para reparar vehículos siniestrados. Con esta modalidad generaban una competencia desleal al sector de los talleres de reparación, al no tributar por ninguna de estas actividades y no ofrecer ningún tipo de garantía dichas reparaciones, con el consiguiente peligro para la seguridad vial.

 

Los policías también constataron que la organización desmantelada se dedicaba a estafar a compañías aseguradoras, al estar en connivencia las supuestas víctimas de los robos con las personas que despiezaban los vehículos. De esta forma obtenían un doble beneficio ya que, por un lado, conseguían la indemnización de la compañía aseguradora y, por otro, el dinero obtenido por la venta de las piezas de dicho vehículo.

 

Concretamente, los agentes han averiguado dos casos en los cuales las víctimas utilizaron un viaje a sus países de origen, Rumanía, para denunciar el robo al regreso. En ese tiempo, los detenidos tenían tiempo suficiente para deshacerse del vehículo sin ningún tipo de riesgo y, posteriormente, cobraban la correspondiente indemnización por parte de la aseguradora.

 

Finalmente, y tras identificar a todos los implicados, se estableció el correspondiente dispositivo operativo que permitió el arresto de siete personas, todas ellas en la Comunidad de Madrid, entre los que se encuentran los encargados del robo y despiece así como a los receptores de las piezas. Las gestiones de los agentes han permitido esclarecer, hasta el momento, 25 hechos delictivos que habrían causado un perjuicio económico superior a los 600.000 €.

 

 

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