Redacción 08/06/2018

El festival promovió un año más la economía de “kilómetro cero”, contratando a una gran mayoría de personas de la aldea y de localidades próximas

Más de 3.000 personas usaron el servicio de autobús ofrecido por la organización durante el viernes y el sábado del Festival en la edición con menos incidentes médicos de la historia, ya que el equipo médico sólo prestó 15 atenciones muy leves, en sus cuatro días de duración 

A pesar de la lluvia del jueves y el viernes, la ocupación hotelera en O Porriño estuvo completa al 100%

 

El Festival de Cans se convirtió en la presente edición en mucho más que el gran acontecimiento cultural del mundo rural en Galicia. Poco a poco, el certamen está definiéndose también como un proyecto que demuestra la importancia de la cultura, a la hora de incrementar la riqueza y puestos de trabajo.

En la presente edición del 2018 fueron 126 los puestos de trabajo generados a lo largo de los cuatro días de Festival -frente a los 110 de la pasada edición-. De esa cantidad, 53 personas fueron dadas de alta por la organización a través de contratación directa para cubrir tareas como producción, servicio en barras, transporte de invitados, venta de tickets, merchandising o apartados educativos. En lo tocante al número de profesionales autónomos a los que el Festival contrató sus servicios, 19 personas desarrollaron su trabajo en tareas como diseño, comunicación y redes sociales, fotografía, realización audiovisual o como técnicos de proyección. Además cabe destacar que otras 52 personas trabajaron en el Festival de Cans a través de empresas contratadas específicamente para el evento, que desarrollaron su trabajo y campos como la iluminación, sonido, montaje de carpas, cátering, limpieza y seguridad, viéndose sobre todo estas dos últimas áreas notablemente incrementadas con respecto a ediciones anteriores.

A pesar de la intensa lluvia caída el viernes en Cans, los autobuses que trasladaron al público desde O Porriño funcionaron a pleno rendimiento, transportando a casi 3.000 personas en los dos días del festival. Una cifra a destacar, es que sólo el sábado por la mañana los autobuses trasladaron 1.100 personas hasta la parroquia porriñesa, atraídas por la sesión matinal de la sesión de cortometrajes, por la programación de las actividades infantiles y por el por el coloquio de Fernando Trueba en el Espacio Mahou, de la Finca de la Alicia, el más concurrido de la historia del festival con alrededor de 600 personas que abarrotaron la finca.

Además, como en otras ediciones, el Festival puso especial incidente en el servicio de autobuses e inodoros adaptados para personas con movilidad reducida, así como en la mejora de los accesos que hay en la aldea consiguiendo que se pudiese llegar al 90% de los espacios con silla de ruedas, a pesar de las dificultades y desniveles de una zona rural como Cans.

La filosofía del Festival de Cans implica contratar preferentemente sus servicios a autónomos, empresas y pequeño comercio de O Porriño, promover el comercio de cercanías y favorecer en la medida de lo posible el desarrollo de los negocios locales. A cuyo objeto, el Festival continúa fomentando la economía de kilómetro 0, contribuyendo a una ocupación hotelera del 100% y promoviendo el consumo en establecimientos y pequeños comercios locales.

Antes del comienzo del Festival se cubrió por completo la oferta hotelera de la zona, por lo que numerosas personas tuvieron que buscar alojamiento en Tui, Ponteareas o Vigo. Además, el certamen también hace una labor de dinamización de la economía local en la contratación de personal de hostelería extra en los negocios y en los hoteles durante los días de su celebración.

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