El pasado mes de diciembre el jugador de fútbol viajó a su tierra y llevó material deportivo cedido por el club porriñés de anteriores temporadas
Este joven guineano tiene un objetivo claro en su vida, ofrecer a los niños de su localidad natal “la oportunidad de vivir el fútbol”
Malam Seide, tiene 25 años, es natural de Guinea Bisau Norte, el segundo de 5 hermanos y que llegó a Europa hace 7 años, concretamente a Portugal, tras ser captado por un ojeador de fútbol cuando jugaba en la Selección de Guinea Bisau.
De este modo Malam aterrizó con 19 años en el Grupo Desportivo de Chaves, donde jugó 2 temporadas; los dos años siguientes los pasó en el Juventude de Pedras Salgadas. El último equipo luso por el que fichó -1 temporada- fue el Salgueiras de Oporto, en II División, la tercera liga de fútbol más importante de Portugal.
Seide llegaba al Cultural Areas de Ponteareas en el 2016, jugando allí esa temporada; y hace cuatro meses fichaba con el club porriñés U.D. Atios, donde tiene “una familia deportiva”, afirma este jugador polivalente, que lo mismo juega en defensa, que en ataque.
Malam es un joven de origen humilde que como él mismo explica “mi pasión era el fútbol y tuve suerte, estuve en los lugares y momentos oportunos. En mi país jugábamos con pelotas en muy malas condiciones, es lo que nos llegaba; y con trapos hacíamos petos, esas eran las equipaciones de nuestros “equipos”. Su localidad guineana natal, Suzana, tiene un equipo de fútbol, al que una Misión Católica les proporciona en ocasiones balones”pero es equipo de mayores y no hay para los más pequeños”.
El jugador de la U.D. Atios nos explica que entre las 22 aldeas que forman Suzana, la AOFISS (asociación organizadora) “realizan una liga de fútbol que se celebra entre los meses de junio y julio, en la que el premio es una vaca, que suele ser cocinada para toda la aldea del equipo ganador”. Malam, al ser de los pocos que han conseguido este sueño deportivo que le ha llevado a pisar Europa, es muy admirado en su tierra por todos. Pero este joven mantiene su humildad en su punto, ya que él quiere “ayudar a todos los niños que no tienen la misma oportunidad que yo he tenido”.
De este modo, Malam Seide, tras dos años y medio sin ver a su familia, el pasado mes de diciembre pudo volver a reencontrarse con ellos, aprovechando para llevarse con él, equipaciones deportivas -chandals, balones y conos- cedidas por el club porriñés.
Y es que Malam, con la ayuda de dos amigos de su aldea que jugaban con él -Epifanio y Tiago Udjile-, han creado allí una pequeña escuela deportiva de fútbol, en la que ya tienen más de 30 jóvenes inscritos de entre 5 y 16 años. Este joven guineano se siente muy agradecido con su club por esta donación, ya que “para estos niños cuyas porterías son unas cañas de bambú, os podéis imaginar lo que es para ellos tener nuevo material deportivo”.
Para el presidente de U.D. Atios, José Cebreiro “para el club es un placer poder colaborar en iniciativas como la de Malam, que intenta acercar el fútbol a jóvenes de su país, donde no cuentan con recursos para su práctica”. La donación realizada por el Club forma parte de excedentes de equipaciones de temporadas pasadas que quedaron nuevos, por lo que en nada afecta a las arcas deportivas y de este modo “otros niños le pueden sacar un gran beneficio”, puntualiza Cebreiro.