Salvaterra fue uno de los primeros municipios en tener agua de la traída municipal, dando cobertura a 14 parroquias.
Salvaterra apostó, desde un primer momento, por este servicio que ofrece a sus vecinos y vecinas un agua de calidad y que en los días del domingo y lunes, mantuvo a raya el fuego, en muchos de los focos activos.
Gracias el agua de la traída municipal, el Ayuntamiento de Salvaterra, se salvaron muchas casas, galpones, cubiertas y campos, ya que eran muchos los pozos que estaban secos o tenían poca agua por la sequía, o no se podían utilizar porque no había luz. Por este motivo, el mismo Ayuntamiento anuncia, que los vecinos y vecinas de las zonas afectadas no verán incrementado el próximo recibo de lectura del agua, se cobrará el promedio consumido en los recibos anteriores, una forma de agradecer el gran esfuerzo hecho por la población, que hizo que los daños no fueran mayores y que en muchos casos, le paró los pies el fuego.
Aunque hasta que se efectúe la lectura no se sabrá con exactitud los m etros cubicos de agua que se consumieron en estos dos días, lo que sí está claro es que el papel que jugó el agua de la traída en Salvaterra fue en muchos casos primordial, tanto para la carga de los coches de bomberos, retenes y vecinos, como para ayudar a apagar los focos de fuego, para enfriar los campos, viviendas, etc manteniendo a raya muchas veces el infernal fuego que se acercaba.
Por eso desde el Ayuntamiento, se mantuvo también una vigilancia extrema al depósito de agua situado en el Castelo durante los incendios, con personal y con el propio retén de agua que tiene el consistorio, que a parte de estar apagando fuegos en varias zonas con viviendas, tuvo que acudir alguna vez al Castelo por la cercanía de las llamas, para intentar en todo momento que no se cortara el suministro, ya que fue una de las herramientas con las que lucharon los vecinos y vecinas y que hizo que el desastre no fuera de mayor magnitud.