Ambos son bienes histórico-culturales de titularidad municipal catalogados y se espera embellecer y recuperar su carácter original
El Ayuntamiento de Mos acaba de solicitar una subvención a la Diputación de Pontevedra, para la realización de obras de conservación y rehabilitación de bienes e inmuebles histórico-culturales de titularidad municipal. En concreto, mediante la misma, se pretende actuar en el crucero del Santo Cristo da Amizade en Torroso y en la cubierta de la Casa Consistorial mosense; tal y como informaron la alcaldesa de Mos, Nidia Arévalo; el concejal mosense de Patrimonio, Camilo Augusto; y la edil de Cultura y Turismo, Sara Cebreiro.
Asimismo, los representantes municipales detallaron que los trabajos, consistirán por una parte en la restauración del Cristo da Amizade y por otra en la impermeabilización de la cubierta del Ayuntamiento.
Las obras de conservación y restauración del crucero del Santo Cristo de la Amistad de Torroso, tienen el fin de reparar los elementos de la estructura que se encuentran deteriorados, recuperación de su carácter original, soterramiento de las líneas eléctricas que afean el bien patrimonial y mejora de la iluminación del mismo.
Las mejoras de las que precisa este crucero, son restauración del cerrar perimetral de forja que lo protege, soterramiento del cableado aéreo e instalación de un alumbrado público noble, acorde con la entidad del bien, limpieza periódica de los líquenes y musgos que deterioran la piedra, utilizando medios poco agresivos con la misma, tales como la limpieza manual con cepillos de cerdas naturales, etc.
Las obras de conservación y restauración de la cubierta de la Casa Consistorial del Ayuntamiento de Mos consistirán en la limpieza, impermeabilización y restauración de la misma; con la finalidad de la reintegración de elementos deteriorados y de la recuperación del carácter original del edificio y de la mejora de la imagen y unidad del bien.
Por su parte, la Casa del Ayuntamiento, fue inaugurada en el año 1943 y cofinanciada por los emigrantes mosenses en América, fue proyectada por el arquitecto vigués Manuel Gómez Román, en el año 1940. De planta rectangular, la tipología del edificio responde a la concepción de chalet individual aislado de estilo galleguista, tan en auge en aquel momento. Este modelo arquitectónico apuesta por una composición asimétrica que muestra una superposición de volúmenes que tiene al bloque central cómo eje vertebrador, acogiendo su cubierta por medio de una techumbre articulada en cuatro planos o vertientes. Los paramentos del edificio alternan la piedra hacia la vista con porciones de muro enfoscadas y pintadas, resultando en un hermoso contraste estético.
Destacan también los límites volados de las cubiertas, que hacen eco a la arquitectura cántabra y vasca, así como a los “tornachuvias” y “peitorís”, una solución genuinamente autóctona.