El tren Celta circulaba en el momento del descarrilamiento a 118 km/h cuando el maquinista habría confirmado dos avisos de moderación de velocidad
Según los datos extraídos esta mañana del volcado de datos de las cajas negras -una de Renfe y otra de Comboios Portugal- el tren siniestrado el pasado viernes, a unos 100 m de la Estación de O Porriño, circulaba a una velocidad de 118 km/h.
En principio la velocidad máxima de esta línea general sería de 120 km/h, aunque el pasado viernes día del siniestro, con motivo de unos trabajos de mantenimiento que operarios de Adif realizaban en la vía, obligaban al tren a desviarse por la vía secundaria.
De hecho, de los datos obtenidos de la caja negra de Renfe, se conoce que el maquinista recibió y cursó recibo de haber recibido -pulsando un botón- dos avisos L1, que significan necesidad de moderar la velocidad, la cual correspondería a 30 km/h. Los peritos también comprobaron los cambios de agujas, sin apreciar defectos en los mismos, ya que supuestamente el tren habría descarrilado en el segundo desvío, a tan solo 50 m del puente de las Angustias.
Hasta el momento se desconoce el porqué de que el maquinista hubiese accionado tan tarde el freno, lo que provocó que la locomotora descarrilase e hiciese tijera empotrándose contra la torreta de alta tensión que soporta la catenaria.
Por otro lado, tras la recepción de la huella indubitada del ciudadano portugués fallecido y la confirmación oficial de su identidad por parte de la policía judicial, se ha autorizado a la entrega del cuerpo por parte del Juzgado de Instrucción n.º 2 de O Porriño.
No obstante, se espera obtener conclusiones más detalladas tras los analisis de todas las pruebas periciales practicadas, así como del profundo análisis de las cajas negras.