Con su primer triunfo a domicilio en la segunda vuelta de la temporada, el conjunto porriñés se mete de lleno en la lucha por la zona media-alta de la tabla clasificatoria
Prosetecnisa Zuazo (34): Leyre García, Ainhoa Hernández (8), Oiane Gil (10), Ainhoa Azaola (4), Alexandra Gil (5), Patricia Aedo (2), Jessica Bonilla (1) –siete inicial-, Lorena Ramírez (p.s.), Natalia Sanz, Nerea Eleguizegui (1), Tania Yáñez (3), Maialen Aguirregomezkorta, Madoi Dalia, Estíbaliz Velasco, Vanessa Álvarez y Gárate Fernández.
Balonmano Porriño (35): Iris Sanjuán, Soraia Lopes (1), Andrea Dapena (4), Cecilia Cacheda (6), Alba Dapena (2), Sarai Samartín (7), Nekane Terés (5) –siete inicial-, Anabel Mateo (6), Xica (2), Babi Cerqueira (1), Carla Rivas (1) y Susi Sánchez (p.s.).
Parciales: 2-3, 6-9, 9-12, 11-14, 14-16, 16-21 (descanso), 19-24, 21-27, 26-30, 28-32, 31-34 y 34-35 (final).
El Balonmano Porriño recupera la alegría tras su logro en Zuazo, recargando las pilas con la vista puesta en alcanzar la cuarta plaza, dejando atrás el sabor amargo del pasado sábado. Lo hizo en un partido en el que los ataques estuvieron muchísimo mejor que las defensas, un encuentro con mucho ritmo en el que las porriñesas se hicieron con una ventaja de siete goles al inicio de la segunda mitad (21-28, min.41), haciéndose valer para no pasar apuros en los instantes finales, donde las vascas llegaron a ponerse a un solo gol de distancia, aunque ya sin tiempo para incomodar al conjunto de Abel Estévez.
Desde el inicio ya quedó claro que, tanto el Zuazo como el BM Porriño, no tenían un día especialmente bueno en defensa pero sí en ataque; algo que provocó que el marcador comenzase a dispararse y que a cinco minutos para la conclusión de la primera parte, mostrase un prometedor 15-16. El conjunto visitante consiguió unir, a un par de buenas acciones ofensivas, otras dos en defensa, llegando al intermedio con una interesante renta de 16-21.
Tras su paso por los vestuarios, el equipo de Abel Estévez regresó a la pista con un poco más de intensidad defensiva, asentando definitivamente el comienzo de la segunda mitad, lo que les permitió seguir disparando su ventaja hasta alcanzar la máxima renta en el minuto 41 (21-27). El Zuazo, lejos de bajar los brazos, se puso manos a la obra en busca de la remontada, pero el camino era demasiado largo y las locales se quedaron a las puertas, sin llegar realmente a tener la opción de salvar al menos un punto.
A cinco minutos para la conclusión, el BM Porriño todavía tenía tres goles de ventaja (31-34) y el equipo de Alberto Muñoz, sólo pudo maquillar el resultado, dejando en mínima su derrota sin ocasión de empatar el encuentro, al conseguir el 34-35 tan solo a diez segundos de la conclusión del partido.