Las jugadoras porriñesas necesitan más compenetración ya que abusaron del lanzamiento exterior y perdieron numerosos balones en esta pretemporada ante un rival mucho más centrado e intenso
CLEBA LEÓN – BALONMANO PORRIÑO 26-19
Cleba León (13+13): Cristina González, Tatiana Lozano (2), Itziar Ubillos (4), Marina González (4), Raquel Caño (1), Lito Ellina (1), Loreto Roldán (3) –siete inicial-, Alba Blanco, Marta Méndez (1), María Prieto (5), Gisel Ángel, Anabelén Palomino (3), Beatriz Andrés, Cristina Viñuela (2) y Patricia Cabello.
Balonmano Porriño (8+11): Susi Sánchez, Andrea Dapena (1), Soraia Lopes (3), Xica (2), Sarai Samartín (4), Lorena Pérez (3), Bárbara Cerqueira (1) –siete inicial-, Iris Sanjuán (p.s.), Nuria Martínez (1), Marta Seijo (1), Gemma Martínez (1), Carla Rivas (2) y Sandra López.
Árbitros: Antonio Martín Franco y Daniel Díez (Castilla y León). Excluyeron por el Cleba León a Itziar y Loreto y por el BM Porriño a Andrea (2), Xica, Lorena y Bárbara Cerqueira.
Este martes, el BM Porriño se llevaba el primer batacazo de la nueva temporada, ante un Cleba León que dominó el encuentro y puso de manifiesto cierta incomodidad en el juego del equipo porriñés. Las jugadoras de Abel Estévez, después de haber vencido a las leonesas hace escasos días en Meaño en su primer test serio de preparación para la temporada, no pudieron repetir victoria ante un rival de su misma categoría, acompañado del primer contratiempo tras lesionarse el hombro derecho la reciente incorporación, Andrea Dapena; sin duda es la nota negativa del partido y en los próximos días habrá que ver cómo evoluciona para descartar mayores complicaciones.
Desde el inicio del choque, el Cleba León dedó claro que jugaba un paso por delante del BM Porriño, saltando a la pista dispuestas a mandar desde el comienzo y con una defensa 6.0 que les permitió recuperar muchos balones y lanzar rápidos contragolpes, todo ello combinado con ataques largos en sus ofensivas en estático, hizo que lograsen su objetivo.
El parcial de 5-1 en los primeros instantes obligó a Abel Estévez a solicitar un tempranero tiempo muerto para tratar de centrar a su equipo, logrando a medias su propósito ya que el Balonmano Porriño reaccionó débilmente, a pesar de que llegó a reducir su desventaja a sólo un gol. Pero el Cleba prosiguió con ritmo de partido y para el descanso ya gozaba de una ventaja de cinco goles (13-8, min.30).
La segunda parte mantuvo la misma dinámica que la primera y las porriñesas acumularon excesivas pérdidas de balón, abusando demasiado del lanzamiento exterior, lo que permitía a las locales sacar mucho jugo del contragolpe. Finalmente un resultado de 26-19, que pone de manifiesto el trabajo que tiene Abel Estévez por delante, para pulir esas pequeñas asperezas respecto al juego de ataque.