Redacción 28/05/2014

La cocina  como  la música no tiene fin, cuando cocino  me siento como en una  nube, vuelo por el cielo, el viento me transporta sin tener obstáculos,  de una recta a otra sin complicaciones

De una región a otra, de un país a otro, viajando por los continentes con el único deseo de cocinar platos típicos de otros países, pudiendo disfrutar así de su rica gastronomía.

Compartir las recetas y comprender su gastronomía, nos aportarán  además de una riqueza cultural, nuevos resultados en nuestra cocina haciendo que no se vuelva monótona y divertida a la vez.

Cada momento requiere una nueva exigencia en la mesa, una cena, una comida con amigos, familia o una simple  cena romántica…

Sobre cómo cocinamos, dice mucho de nosotros, si lo hacemos con el corazón, el sabor de nuestros platos será generoso y se puede cocinar sin necesidad de superar nuestro valle económico.

Una receta puede generar diez, cien, mil o un millón de combinaciones  diversas para quien aprecia el fogón y tiene la pasión por la buena mesa; podemos ejecutar platos deliciosos, al igual que un pintor llena un lienzo de mil y un colores, al igual que un cuadro, cada palto es único y nunca habrá otro igual. Los ingredientes, el tiempo de cocción, la variación de substancias, contribuyen  al éxito final y hacen que cada persona sea especial en la cocina, simplemente tenemos que dejar volar nuestra imaginación y dar lo mejor de nosotros. Para algunas personas la cocina puede ser un desahogo, un hobby, pero lo más importante es el arte con el que cocinamos, como un mosaico  lleno de belleza que nos enseña como renovar, individualizar, probar nuevas recetas en nuestro hornillo.

Si viajamos al pasado podemos comprobar como nuestros antepasados eran amantes de la buena cocina y nos han dejado un legado intenso con la cocina  celta, etrusca, griega, romana, árabe…; completando una larga lista de resultados maravillosos como si de un arco iris se tratase, llenos de platos humildes, delicados, con matiz y un aroma que invita a comer…

Mil campanas, mil rectas de cocinar, mil historias alrededor de la cocina.

A.D.

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