Obra de Antonio Palacios terminada en 1912 como farmacia y vivienda de su hermano José Palacios, en un pequeño solar situado en el ángulo de la calle Servando Ramilo con el Parque del Cristo. Palacios diseña una obra sincera pero repleta de modernidad qeu hace dudar del matiz monumentalista de lo que siempre fue acusado.
Esa pequeña farmacia muestra también la gran facilidad del arquitecto para amoldarse a cada situación.
Las obras comienzan en el año 1909. Antonio Palacios presenta una edificación desprovista de la virtuosa ornamentación de la que hace gala en otras obras contemporáneas a esta construcción, limitándose, en este caso, a acentuar las lineas estructurales de la edificación, mostrando una fachada reticulada, derivada del cruce de contrafuertes verticales y de una moldura que recorre horizontalmente todo el frente de las fachadas que delimitan las dos plantas de la viviednda.
La decidida falta de elementos ornamentales se rompe solamente con la colocación, un tanto fuera de lugar del conjunto, de una columna clásica en la parte superior de la entrada principal, separando las dos ventanas.
Esta edificación Sencilla y de fuertes lineas marcadas por la piedra, demuestra la gran capacidad creativa de Palacios cuando se encuentra sin condicionantes, capaz, en este primer periodo, de producir una obra que presenta soluciones renovadoras.
La novedosa solución de redondear la esquina del edificio supone la desaparición de las dos fachadas en ángulo, creando una continuidad a modo de fachada corrida que aporta una gran sensación de unidad a la composición, además de una gran expresividad plástica.
La entrada principal se encuentra situada bajo un gran arco que rompe agradablemente la conjunción de lineas horizontales y verticales de la fachada.
Esta solución compositiva de colocar un gran arco en la fachada que acoje la entrada o una gran ventana que será psoteriormente reinterpretada y utilizada con variaciones sucede en la fachada posterior del Teatro García Barbón de Vigo, en el edificio del Banco Mercantil de Madrid, en el proyecto de la Sociedad de Autores, etc…
En la parte superior de la curva sitúa un cuerpo puramente ornamental a modo de torre, que , a diferenca de lo que sucede en otros proyectos, presenta como características su sencillez.
Coloca en el arranque de este cuerpo, para definir la función de de la edificación, un mosaico hecho de fragmentos de axulejos de una tonalidad azul y dorada.
Los colores y el material están muy presentes en su obra, utilizados profusamete en la decoraciónd e las estaciones del Metropolitano madrileño.
Textos tomados de IGLESIAS VEIGA, X.Mª.R. “Antonio Palacios. Arquitecto” Excma. Deputación Provincial de Pontevedra, Servicio de Publicacións: Pontevedra, 1993)